Sociedad y Justicia
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Inaugura José Narro la megaofrenda en Ciudad Universitaria

Poe, en la fiesta de muertos de la UNAM
 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de octubre de 2009, p. 42

Las calaveras volvieron a la Ciudad Universitaria (CU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En esta ocasión hicieron levantar de su tumba al escritor estadunidense Edgar Allan Poe, quien surgió del inframundo para posar ante los universitarios.

Ayer por la noche se inauguró la 12 megaofrenda de la máxima casa de estudios para conmemorar el culto a los muertos.

Diversas escuelas, facultades, institutos y otras dependencias universitarias instalaron 65 altares en las islas. Todos dedicados al cuentista del horror con motivo del bicentenario de su nacimiento (enero de 1909).

Elementos infaltables en los altares fueron los gatos negros y los cuervos. Estos últimos como recordatorio de la pérdida de alguien tan querido como aquella Leonora, del autor bostoniano.

El rector de la UNAM, José Narro Robles, participó en la celebración. Rodeado por decenas de universitarios, lanzó una goya con la que arrancó el recorrido por las ofrendas.

Entre los altares destacaba un ataúd en forma de libro. El epitafio se dedicó al autor de Berenice, quien desde dentro de la tumba hacía sonar una campanilla para alertar a todos que aún seguía entre los vivos. El Club Pumas también instaló su altar: la cantera Usher, basada en el cuento La caída de la casa Usher. A lo largo de un pequeño pasadizo rostros con antifaces y manos incrustados en las paredes hacen temer a quienes visitan ese hogar. En la estancia, junto a la foto de familia, aparecían los retratos de los equipos que han logrado los seis campeonatos de liga para los Pumas, así como otras dos escuadras, la fundadora y la que consiguió el ascenso a primera división.

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Visitantes en la megaofrenda de la UNAMFoto Guillermo Sologuren

Entre los cientos de visitantes aparecieron algunas Catrinas y otros oscuros caballeros que al compás de la música iniciaron un baile, el de La máscara de la muerte roja. En el centro de las ofrendas se posó un vigilante de traje oscuro, formas delgadas y rostro sombrío que miraba el paso de los visitantes. Así, Poe fue recordado e inclusive conocido por jóvenes, niños y familias enteras que acudieron a la megaofrenda, que terminará el 3 de noviembre.