No estamos celebrando con champán, pues con el otorgamiento de los 15 permisos para la siembra experimental de maíz transgénico en Sinaloa, Sonora y Tamaulipas se abre otro tipo de debate y no sabemos en cuánto tiempo se pueda pasar a las etapas piloto y de siembra comercial, dijo el presidente ejecutivo de AgroBio México, Frabrice Salamanca.

Explicó que de dicho número de permisos otorgados por las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, los dos de Tamaulipas no podrán aplicarse a cabo porque ya pasó la temporada de siembra. Además, de las 35 solicitudes presentadas, cuatro fueron rechazadas por la autoridad.

Eduardo Pérez Pico, director de nuevas tecnologías y asuntos regulatorios de Monsanto, explicó que el costo de cada experimento es de un millón de pesos. La industria invierte en esta tecnología con la que México podrá lograr ser autosuficiente en la producción de maíz amarillo y blanco. Hay un interés por la oportunidad de negocio, pero también de hacer un bien al país ya que se dará una herramienta a los productores para que logren niveles de productividad y competitividad, aunque el camino a la comercialización del maíz transgénico estará sujeto a la evaluación de cada uno de los casos.

La inversión es muy alta, agregó Ángel Saavedra, de Dow AgrosCiences, y por eso la industria fue muy cuidadosa en elegir los estados de Tamaulipas, Sonora, Sinaloa y Chihuahua para llevar a cabo las siembras experimentales, ya que la mayoría de los agricultores utilizan semillas híbridas. En el país sólo una cuarta parte de los agricultores usan ese tipo de semillas, cuyo mercado es de 280 millones de dólares.

En la conferencia de prensa, Frabrice Salamanca puntualizó que las industrias que presentaron los permisos de siembra de maíz modificado acatarán las medidas de seguridad establecidas por las autoridades e incluso cada uno de los experimentos estarán vigilados por científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Forestales y de las universidades de Nuevo León y Sinaloa, pues queremos que alguien con capacidad técnica diga ésto es lo que vi.

El 40 por ciento de la superficie agrícola del país se destina a la siembra de maíz, pero es el segundo importador del grano del mundo, incluido del tipo blanco, del que, según el Departamento de Agricultura estadunidense, en 2008 se importaron 10 mil toneladas. Si se avanza en la biotecnología, en una década se logrará la autosuficiencia alimentaria en maíz ya que la producción se incrementará en 30 por ciento y México llegaría a ocupar el quinto lugar como productor mundial, asentó.

A la pregunta de qué harán en caso de que algunos grupos llegaran a destruir las cosechas en campos experimentales, Salamanca dijo que no caerán en provocaciones y en todo caso se pedirá a las autoridades estatales y municipales apoyo para vigilar los terrenos.