La crisis en Chivas va más allá del técnico
Pumas, el crudo despertar del campeón
a crisis en las Chivas finalmente estalló y provocó la salida de Francisco Ramírez, un técnico que había sido sostenido por terquedad de la pareja presidencial que hoy controla con aires monárquicos al equipo más popular del futbol mexicano.
Y Paco Ramírez será tristemente recordado por ser el peor timonel en la era del magnate Jorge Vergara, con apenas 30 por ciento de efectividad, pero sobre todo con un vestidor roto que esta semana se reflejó en la renuncia de Ramón Morales a la capitanía.
La versión oficial fue que el ex auxiliar de Ricardo La Volpe y Sven-Goran Eriksson presentó su renuncia, pero por las formas pareció que lo renunciaron luego del humillante 0-4 ante San Luis, que inclusive pudo ser un marcador más abultado de no ser por las fallas de los Gladiadores.
El cese de Ramírez no es la solución a todos los males rojiblancos, ya que los principales yerros parecen estar en el dúo que controla con mano dura al chiverío, pero su salida por lo menos mejorará el ambiente interno de un equipo que era brillante y ahora es gris.
Los Pumas siguen en su dramática caída luego de que quizá se festejó el título en exceso. Algunos jugadores hablan de mala fortuna, en un intento de explicar lo inexplicable que representan siete derrotas en ocho partidos y un solo triunfo ante el inofensivo Querétaro.
Ricardo Ferretti ya aclaró que no renunciará y la directiva auriazul cada semana sale a ratificarlo. Los mismos fanáticos universitarios no entienden el dramático cambio en su equipo, que ha perdido la confianza y hasta la suerte, que muchos insisten los abandonó tras aquella visita a Los Pinos.
En cambio, América anda bien y de buenas. Ahora surgió la polémica por supuestos favores arbitrales ante Tecos, pero sin duda ya se ve la mano de Jesús Ramírez, el técnico que podría considerarse más exitoso en la historia internacional del balompié mexicano y que en su debut en un club está dirigiendo con acierto a un grupo de figuras antes desperdigadas.
Luego de la caída ante las Águilas, Cruz Azul suma no sólo tres triunfos, sino tres partidos sin recibir gol. El estudioso Enrique Meza va dando empaque a unos jugadores que pecaban de apáticos.
Los Cementeros ganaron con tanto de último minuto a unos rojinegros en donde Ricardo La Volpe habla mucho y trabaja poco. El Bigotón se aventó la puntada de darse crédito en el actual Tri de Javier Aguirre –cuando ninguna culpa se había acreditado en los fallidos procesos de Hugo Sánchez y Eriksson–, mientras los Zorros suman ya cinco partidos sin triunfo y hay fracciones en el interior, con Darío Botinelli criticando el planteamiento de su entrenador y compatriota.
En tanto, el Tri tiene ya un pie en Sudáfrica, para alivio de las televisoras, que veían perder uno de sus grandes negocios. Por eso tanto grito en las pantallas, pero en realidad, ¿qué se está festejando? Un simple triunfo, de penal y por la mínima diferencia, ante un Honduras que se caía de miedo, que no hizo siquiera un tiro desviado en el primer tiempo y que con el gol en contra atacó un par de veces y puso a todos a temblar.
La base de la victoria fue –por enésima vez– Cuauhtémoc Blanco, a quien la FIFA calificó de un mago de 36 años. Con qué poco nos conformamos y, sin duda, también se festejará en exceso el triunfo sobre El Salvador y el pase al Mundial, donde los rivales serán muy distintos a los de la pobre Concacaf.
