Por segunda ocasión en el lapso de una semana fue detonado un artefacto en la ciudad de México. A diferencia de la explosión anterior, ocurrida el 1^O de septiembre, esta vez el móvil no dejó lugar a dudas. En el sitio se encontró un mensaje que decía: Alto a la construcción de la nueva megaprisión de Marcelo Ebrard. Presos políticos y de conciencia de México y el mundo, libertad. Abolición del sistema penitenciario. Solidaridad activa con los presos.

En ambos casos no hubo lesionados y los daños materiales fueron menores.

Alrededor de la 1:30 horas del martes, el centro de mando de la policía capitalina fue avisada de que en las inmediaciones de una agencia automotriz, ubicada en la colonia Moctezuma Segunda Sección, de la delegación Venustiano Carranza, salía humo.

El llamado fue atendido por los tripulantes de la patrulla P-8314 de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF). Los uniformados inspeccionaron el negocio –ubicado en bulevar Puerto Aéreo, casi esquina con Norte 3–, donde encontraron un ventanal roto y tres cilindros de gas butano. Sólo uno explotó.

En la ocasión anterior, en que fue atacada una sucursal bancaria localizada en la carretera Picacho-Ajusco, fueron utilizados dos cilindros similares. Esa vez la versión oficial fue que se trató de un acto de vandalismo; sin embargo, en las inmediaciones de la institución crediticia se hallaron algunas pintas de protesta.

Días después, una organización autodenominada revuelta verdinegra, que se identifica como célula del frente subversivo de liberación global, se adjudicó el atentado.

En una página electrónica, dicho grupo publicó un comunicado en el que refiere que los hechos en la sucursal bancaria fueron realizados a favor de la liberación humana, animal y de la Tierra y no se quedaron en el mero acto de vandalismo, como ellos (las autoridades) lo llamaron. Incluso, señalaron que no fue coincidencia que ocurriera unas horas antes de que el presidente diera su tercer informe.

Ayer por la mañana, en entrevista radiofónica, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, reconoció que se investiga si ambos hechos están relacionados, además de condenar cualquier manifestación política violenta.

Por último, Luis Rosales Gamboa, jefe del estado mayor policial de la SSP-DF, entrevistado luego de dar a conocer el operativo que se aplicará este miércoles en el estadio Azteca, negó que los elementos de Fuerza de Tarea que arribaron a la agencia automotriz alteraran la escena al retirar los cilindros para colocarlos en mantas supresoras, pues el objetivo de asegurar los artefactos era evitar la detonación de los dos restantes.