Mundo
Ver día anteriorJueves 3 de septiembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Niega el Banco Central hondureño que el FMI haya entregado 150 mdd al gobierno de facto

Cuestiona Zelaya el silencio de EU ante la represión que se vive en Honduras

La vicecanciller de la autoridad golpista pide que Hillary Clinton reciba a Roberto Micheletti

Foto
Pintas en la barda de una primaria, ayer durante una manifestación de zelayistas en TegucigalpaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de septiembre de 2009, p. 20

Washington, 2 de septiembre. El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, criticó este miércoles el silencio del gobierno de Estados Unidos sobre las violaciones a los derechos humanos en su país, ocurridas a raíz del golpe de Estado que dejó a Roberto Micheletti como gobernante de facto, y su lenta reacción ante el golpe de Estado que lo expulsó hace más de dos meses.

La vicecanciller de Micheletti, Marta Lorena Alvarado, se reunió con los congresistas cubano-estadunidenses, los anticastrista Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz Balart, quienes consideran que el gobierno golpista es democrático y legítimo. Además pidió que la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, se reúna con Micheletti, en vista de que se encontrará el jueves con Zelaya.

De otro lado, Erwin Araque, presidente del Banco Central de Honduras, desmintió que el Fondo Monetario Internacional (FMI) haya entregado al régimen golpista 150 millones de dólares como informó ayer el gobierno de Micheletti.

Desde Washington Araque explicó que el gobierno de facto de Honduras no puede acceder a dichos fondos porque el FMI no lo reconoce. Precisó que ese dinero fue aprobado para entregarse a Honduras el pasado 2 de abril dentro de un paquete mundial de préstamos anticrisis y que otros países han podido acceder a él desde el pasado 2 de agosto.

En Washington sigue el debate

Zelaya se reunirá este jueves con Clinton, mientras el gobierno del presidente Barack Obama debate si corta o no formalmente toda la ayuda al régimen de Micheletti.

Para fines legales esta medida requiere una determinación oficial por parte del Departamento de Estado de que Zelaya fue secuestrado y expulsado del país por militares. Obama ha condenado la expulsión del gobernante hondureño como un golpe de Estado, aunque según fuentes oficiales aún se estudia si la asonada fue o no un golpe militar, lo que ameritaría que Washington aplique sanciones más severas.

El Departamento de Estado aún no se pronuncia sobre la violación de los derechos humanos en Honduras, dijo Zelaya en una conferencia en la Universidad George Washington, refiriéndose a unas mil 500 detenciones arbitrarias, la muerte de dos manifestantes y el cierre de medios de comunicación opuestos al gobierno de facto, ya documentadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Esperamos en las próximas horas declaraciones contundentes, agregó. Una de estas medidas es la calificación de la crisis hondureña como producto de un golpe de Estado.

Zelaya denunció la altísima represión que sufre Honduras desde el golpe de Estado, además del nombramiento como ministro asesor de seguridad del gobierno de facto del capitán en retiro Billy Fernando Joya, a quien definió como el ángel de la muerte de los años 80, encargado de sacar lenguas, ojos y castrar a personas como fundador del temido escuadrón de elite Lince.

Según Zelaya, el golpe de Estado que provocó su caída el 28 de junio fue un primer zarpazo a la democracia en América Latina y constituye una prueba de fuego para la administración de Barack Obama porque, al haberse involucrado en la búsqueda de una salida pacífica, Washington se juega su prestigio en la consecución de ésta ante un gobierno de facto que se burla de Estados Unidos.

Washington se involucra en la solución del golpe cuando propone una mediación (de Costa Rica) que produjo un acuerdo que los golpistas ahora no aceptan, recordó Zelaya, para quien el retraso del gobierno de facto en responder al acuerdo de San José está debilitando totalmente la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias.

De este modo, continuó, los golpistas se burlan prácticamente de la comunidad internacional y de la primera potencia del mundo que no puede poner su prestigio en la boca de alguien que dio un golpe de Estado y que no acepta las recomendaciones.

El vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly, dijo a periodistas esta tarde que Clinton aún no ha decidido sobre la determinación de golpe militar en el caso de Honduras.

Zelaya sostuvo que el gobierno de Obama ha ido debilitando la posición inicial de apoyo a su restitución, según las propuestas de Arias, que le habrían permitido volver al poder antes de las elecciones de noviembre.

El mandatario constitucional dijo que 90 por ciento de los países del continente, empezando con los de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), manifestó que no reconocerán el resultado de las elecciones. Estados Unidos aún no se ha pronunciado sobre el tema.

Al ser consultado sobre si Washington reconocerá o no las elecciones de noviembre en Honduras, el vocero Kelly dijo que Washington actuará de manera multilateral, o sea, por medio de la OEA.

La vicecanciller de facto hondureña, Marta Lorena Alvarado, pidió este miércoles a Clinton que escuche al gobierno instalado en Honduras y que Washington recononozca la legitimidad de las elecciones de noviembre en ese país.

La funcionaria, que se reunió en Miami con miembros del Congreso estadunidense, consideró que luego de la reunión prevista para el jueves con el depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya, Clinton debería escuchar a Micheletti.

Estamos esperando a ver si hay un cambio de actitud en Washington. Mientras tanto estamos dispuestos a sufrir las sanciones que nos quieran imponer ya que preferimos eso antes que pasar 20 años bajo la égida de Chávez, precisó, en referencia al presidente venezolano.

Los golpistas afirman que se vieron en la necesidad de expulsar a Zelaya porque el país estaba en riesgo de caer en poder del mandatario de Venezuela, y añaden que su gobierno espera que Washington y la comunidad internacional reconozcan las elecciones de noviembre para que Honduras deje atrás esta crisis.