Espectáculos
Ver día anteriorDomingo 30 de agosto de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Se suman más artistas e intelectuales a la petición de que Ebrard intervenga en el caso

Con marcha y carnaval, defienden el proyecto de la Central del Pueblo
Foto
Con algarabía, los integrantes del proyecto la Central del Pueblo, marcharon desde el Zócalo capitalinoFoto Quetzalli González
 
Periódico La Jornada
Domingo 30 de agosto de 2009, p. 9

La música y el teatro continúan, ahora en la calle. El viernes pasado, luego de una marcha carnavalesca que partió del Zócalo capitalino, los realizadores del proyecto la Central del Pueblo armaron un improvisado baile e intervenciones artísticas en un escenario colocado al lado del histórico Teatro del Pueblo, de donde fueron expulsados hace unos días, luego de que la delegación Cuauhtémoc canceló las actividades de ese proyecto.

Ese mismo día y ayer sábado, a la carta firmada por 303 personas –entre ellas, numerosos artistas, promotores culturales e intelectuales que solicitan la intervención del jefe de Gobierno Marcelo Ebrard en el caso– se sumaron más expresiones de solidaridad, como la del actor Bruno Bichir y el músico Roberto González.

La mayoría de los firmantes conocen de primera mano la Central del Pueblo, por haberse presentado ahí, haber impartido algún taller o realizado algún proyecto en conjunto.

Cuando los tambores se acercaban al teatro, las rejas fueron cerradas de prisa. Fue entonces que comenzaron en la calle el baile y algunas intervenciones artísticas desde un escenario, a un lado del recinto.

Acompañaban a los integrantes de la Central del Pueblo artistas que se han presentado en el recinto, alumnos de los talleres, algunos locatarios del mercado que se ubica a un lado del teatro y vecinos, como la pequeña Teresa, de unos 12 años, que dijo estar contenta, pero triste porque se iban sus amigos.

Y es que una de las características fundamentales de este proyecto era su relación con la comunidad. Desde un principio se plantearon que estaban ahí para dar vida al teatro y aportar para que se reconstruyera la vida comunitaria al nororiente del centro histórico, luego de la salida del asfixiante comercio ambulante (Inti Muñoz Santini, director general del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, usó el adjetivo en entrevista con este diario).

Bernardo Ayala, desde hace décadas locatario del Pasaje Sandino, colindante con el Teatro del Pueblo, contó a La Jornada cómo revivió el recinto el año pasado gracias al trabajo de la Central del Pueblo. También informó que hace unos días acudieron a la delegación para protestar contra la suspensión de actividades de la asociación.

El jueves pasado, el director general de Desarrollo Social de la delegación Cuauhtémoc, Alejandro Fernández Ramírez, explicó a La Jornada las razones para finalizar la relación laboral con Banda Do Saci, la asociación civil encargada de la Central del Pueblo; culminó: se la pasan fumando marihuana y parece que estamos hablando con adolescentes.

A raíz de ello, el diputado José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, expresó, en un comunicado de prensa: Externo mi rechazo absoluto a que se esgriman los mismos argumentos que en mi juventud nos imputó el régimen diazordasista a los jóvenes del 68, denostando a los integrantes del proyecto mencionado.

Exhortó a la delegación a recapacitar y dar marcha atrás a la medida administrativa que empaña el compromiso de respetar las garantías de acceso a la cultura, de respeto a la diversidad cultural y sobre todo a la libertad creativa.

El director general de Desarrollo Social de la delegación piensa ir más allá. El viernes pasado, en entrevista con el Canal 22, anunció: Vamos a levantar un acta de hechos en el Ministerio Público para que averigüen. Se refería a indagar sobre el consumo y venta de drogas, de lo cual acusó a los realizadores de la Central del Pueblo, e insinuó que por esta razón fueron sacados de la Fábrica de Artes y Oficios Faro de Oriente.

En la Red de Faros que dirige estos espacios negaron que ello hubiera ocurrido: no los despidieron, algunos hasta siguen trabajando en el Faro. Se trata de un equipo de primer nivel, aseguraron, que aportó y sigue aportando cosas.