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Ver día anteriorJueves 20 de agosto de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

No es lo mucho o poco que ingresa, sino cómo y en qué se gasta

E

n este México sacudido por la crisis y la ostentosa cuan onerosa ineficiencia gubernamental, el shock de las finanzas públicas ha puesto los pelos de punta a todos, aunque la señal de alarma –disfrazada de coyuntura, cuando a todas luces es de estructura– ha sido encendida exclusivamente por el lado de los ingresos: el catarrito arrasó, y entre las patas se llevó las tradicionales fuentes de financiamiento del Estado.

Pero el problema tiene dos vertientes: no sólo es por el lado de los ingresos que las finanzas públicas reventaron, sino también por el del gasto, igual de elevado que de ineficiente y derrochador. Sobre este aspecto, que ni por aproximación se aborda en el análisis oficial sobre el shock, el Departamento de Finanzas y Economía, División de Negocios, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus estado de México (cortesía de los profesores José Luis de la Cruz Gallegos y Carlos Canfield) nos aporta los siguientes elementos:

El problema con las finanzas públicas de México no únicamente es de ingresos, también es relevante observar el sentido del gasto. Si bien el estudio de la contabilidad gubernamental es un proceso complejo, parece oportuno citar algunos rubros donde se debe iniciar la revisión. Para 2009 el presupuesto de egresos original contabilizaba un gasto programable cercano a 2.3 billones de pesos, de los que 74 por ciento era destinado al gasto corriente y el 26 por ciento restante a gasto en capital. Dentro del gasto corriente, 533 mil millones de pesos van destinados a los servicios personales y a otros de corriente 633 mil millones de pesos más, siendo las pensiones el tercer rubro en importancia, con 251 mil millones pesos.

Dentro de los ramos administrativos el mayor peso del gasto corriente lo tiene el ramo 11 (Educación Pública) con 190 mil millones de pesos. En segundo lugar se encuentra el ramo 12 (Salud) con 76 mil millones. Tercero el ramo 08 (Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) con 70 mil millones. El ramo 20 (Desarrollo Social) destina a gasto corriente 66 mil millones, en tanto que el ramo 18 (Energía) eroga 43 mil millones. A Defensa Nacional (ramo 07) se van 41 mil millones para gasto corriente, mientras Hacienda y Crédito Público (ramo 06) destina 34.5 mil millones.

Para servicios personales, el ramo de Educación Pública es el mayor exponente de gasto: 72 mil millones de pesos. Pemex, 65 mil 100 millones; el IMSS, 110 mil millones, y la Comisión Federal de Electricidad, 31 mil 500 millones. De conformidad con la clasificación del Análisis Administrativo Económico del Gasto Programable se tiene que en otros de corriente recaen 118 mil millones de pesos del ramo 11 (Educación Pública), 63.5 mil millones del ramo 08 (Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación), 62.8 mil millones más del ramo 20 (Desarrollo Social), 57 mil millones del ramo 12 (Salud), 42.6 mil millones son del ramo 18 (Energía) y 17.7 mil millones del ramo 06 (Hacienda y Crédito Público).

Cuando la revisión se amplía a las entidades de control directo, es evidente que el gasto corriente y en particular el de otros son muy elevados. La CFE destina 120 mil millones de pesos a otros de corriente, mientras el IMSS destina 53 mil 700 millones y Pemex 32 mil 700 millones. Dado que en general es conocido el hecho de que el gasto corriente tiene un bajo valor agregado (un reducido impacto en el PIB), parece pertinente entender qué significa el rubro otros de corriente. En primera instancia se debe mencionar que otros de corriente descarta a los servicios personales (ya de sí cuestionables) y a las pensiones. No obstante, parece oportuno ejemplificar de manera amplia algunos rubros del gasto de gobierno que representan verdaderas áreas de oportunidad para lograr una mayor eficiencia en su ejercicio.

Por ejemplo, son recortables 107 mil millones de pesos erogados únicamente en los ramos administrativos (no contemplan sueldos, seguridad médica, seguros de separación, o los pagos a servicios adicionales y compensaciones especiales que está realizando a la Defensa Nacional, la Marina o la Seguridad Pública), de los que destacan: compensaciones garantizadas, 45 mil 430 millones de pesos; asignaciones adicionales al sueldo, 7 mil 682 millones; honorarios, 5 mil 158 millones; otras prestaciones, 8 mil 494 millones; otras prestaciones de carácter laboral y económico, 4 mil 544 millones; servicios de asesoría y consulta, 9 mil 968 millones; subcontratación a terceros, 4 mil 960 millones; primas quinquenales, 2 mil 11 millones. Cuando la revisión se realiza respecto a las entidades bajo control directo (CFE, Pemex y Luz y Fuerza del Centro) puede establecerse que algunos elementos similares a los anteriores permitirían hacer una revisión de más de 56 mil millones de pesos.

Otro renglón en el que el asalto al presupuesto es evidente por parte de los funcionarios, se refiere a lo siguiente: seguro de vida personal civil, mil 516 millones de pesos; seguro de gastos médicos, mil 845 millones; seguro de separación individualizado, 5 mil 586 millones; pago por riesgo, 118 mil 301 millones; productos alimenticios (sin IMSS ni ISSSTE), 5 mil 905 millones; servicios comercial, bancario, financiero, subcontratación de servicios, 7 mil 901 millones; servicios de comunicación social y publicidad, 2 mil 84 millones; pasajes y viáticos para trabajos de campo, mil 797 millones; erogaciones al sector social y privado para actividades culturales, deportivas, gasto en actividades culturales, deportivas, donativos a instituciones sin fines de lucro, donativos a entidades federativas, donativos a fideicomisos, 17 mil 135 millones y así por el estilo. Y todo ello, con prácticamente nulo impacto en el crecimiento económico, sale de los alicaídos ingresos públicos, supera los 200 mil millones de pesos, y si bien representan una gran cantidad de conceptos su monto no alcanza siquiera a lo que se paga por el problema de la deuda nacional.

Para redondear, el pago por intereses de la deuda, comisiones, costo de las coberturas, apoyo a los deudores de la banca en 2009 consume más de 245 mil millones de pesos. Para el caso de las entidades agrupadas en el sector Energía el pago de intereses de la deuda, coberturas y comisiones superan los 44 mil millones de pesos.

Las rebanadas del pastel

Lo anterior, más banquetes, viajes todo pagado, con ejército de invitados, bebidas espirituosas, día de las madres y conexos. Entonces, no sólo es lo mucho o poco que ingresa, sino cómo y en qué se gasta, aunque algunos supongan que el problema se limita al salario de los altos funcionarios. Y hoy, las cifras oficiales sobre el desplome económico en el segundo trimestre de 2009.