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Atribuye la situación a que EU cerró la ruta de entrada de drogas a su territorio

Medina: la violencia actual, gravísima pero mucho menor a la de hace 15 años

El objetivo del gobierno no es combatir el crimen, sino devolver la paz social, dice ante la ANP

 
Periódico La Jornada
Martes 18 de agosto de 2009, p. 13

Eduardo Medina Mora, procurador general de la República, aseguró que los niveles de violencia que se viven en México son mucho menores a los que había hace 15 años e incluso son inferiores a los que se registran en Colombia, Brasil y algunas ciudades de Estados Unidos. Sin embargo, admitió, una asignatura pendiente del Estado es la de garantizar a los ciudadanos certidumbre en torno a su seguridad personal y de su patrimonio.

Al participar como invitado de honor en la comida mensual que ofrece la Asociación Nacional de la Publicidad (ANP), en el Museo Interactivo de Economía (Mide), señaló: Hace 15 años el índice de homicidios intencionales era de 18, y el año pasado tuvimos 10.7 homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes.

En medio de estrictas medidas de seguridad que no permitieron a los representantes de los medios de comunicación acercarse al funcionario, Medina Mora comparó la tasa de homicidios: Colombia, en 2008 tuvo 33 homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes; Brasil, cerca de 40; Guatemala y El Salvador, más de 50; el distrito de Columbia, más de 30, y el estado de Luisiana, 19.

No desestimar ni sobredimensionar

Si bien reconoció que los niveles de violencia en México son gravísimos, aclaró que la situación no puede desestimarse y debe analizarse en la dimensión numérica y geográfica.

Medina Mora atribuyó la violencia al cierre de la ruta para introducir drogas en Estados Unidos, de Sudamérica a Florida, así como el vacío que dejaron anteriores gobiernos. Tuvimos la percepción de que teníamos una circunstancia de seguridad pública, sobre todo en las áreas aglomeradas urbanas del país. Razonablemente aceptable, pero esto escondía grandes deficiencias y grandes agujeros que se compensaban con un sistema autoritario que era capaz de imponer ciertas reglas, aunque no estaba basado en el estado de derecho ni en instituciones sólidas y confiables.

Esa ilusión de seguridad, dijo, desmanteló la circunstancia de seguridad que percibíamos los habitantes en esta ciudad de México. Al final de la administración del presidente López Portillo fue desmantelada la estructura con el jefe de la policía metropolitana, el general llamado Durazo. Esa era la expresión más folclórica, pero es la más difícil que tuvimos en la historia. Se desmanteló y la sustituimos con nada.

Pero todo vacío se llena. Al final el crimen organizado desde el poder se convirtió en el crimen organizado desde fuera del poder, apuntó. El problema es que no nos preocupamos por construir lo que estamos obligados a construir.

La violencia, agregó, es quizás exacerbada por el enorme poder económico, el poder de fuego y de intimidación, lo que acumuló la delincuencia organizada en los pasados 25 años, sobre todo a partir de que Estados Unidos cerró la ruta del Caribe, histórica y tradicional, para el trasiego de drogas desde Sudamérica hasta Florida. El corredor centroamericano y México se convirtieron en el corredor al arrebatarnos nuestro derecho a vivir en paz.

Medina Mora reconoció que los mexicanos viven con incertidumbre por la violencia, por lo que el objetivo del gobierno federal no es combatir a la delincuencia organizada, sino devolver la tranquilidad a los ciudadanos.

Es una batalla por la seguridad y la certidumbre de los ciudadanos y no una batalla contra el narcotráfico, no porque éste no sea un objetivo deseable, sino porque no está a nuestro alcance.

Según el procurador, el gobierno federal ha tenido avances destacables en su actual lucha anticrimen, y estimó que éstos se observarán.