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Cinco altos oficiales argentinos reciben penas de entre 25 y 8 años

Sentencian a cadena perpetua al general Rivero por el asesinato del negrito Avellaneda en 1976
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 14 de agosto de 2009, p. 21

Buenos Aires, 13 de agosto. Y se hizo justicia. Entre llantos y abrazos de solidaridad con los familiares se conoció ayer la condena a cadena perpetua del general Santiago Omar Rivero y penas de hasta 25 años de cárcel para otros altos oficiales del ejército por el secuestro, torturas, asesinato y desaparición de un niño de 14 años, que era la edad que tenía Floreal El negrito Avellaneda, cuando lo secuestraron en abril de 1976.

Entre los que recibieron entre 25 y ocho años de cárcel figuran los generales Fernando Verplaetsen y Jorge Osvaldo García, los capitanes César Fragni y Raúl Harsich, y el ex policía Alberto Anetoem, todos los casos por delitos de lesa humanidad por lo que deberán cumplir su pena en una unidad del Servicio Penitenciario Federal.

Por la la sistematicidad y gran escala de los delitos que se cometieron en la que fuera cuarta zona en que estaban divididas las áreas de la represión, esto configuró la tipificación de crímenes de lesa humanidad, como solicitó la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. La querella representada por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre pidió que se inscribiera este crimen en la categoría de genocidio, lo que no fue aceptado por el tribunal.

Esta es la primera condena por delitos de lesa humanidad en los cuarteles de Campo de Mayo, donde funcionaron varios centros clandestinos de detención por los cuales pasaron miles de secuestrados. Junto con la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) mantiene el triste récord de desapariciones entre las 30 mil que se denuncian durante la pasada dictadura militar (1976-1983).

El caso Avellaneda fue considerado emblemático, ya que estuvo comprobado desde que se realizaron los juicios a las juntas en 1985. El cadáver del niño Avellaneda fue encontrado con signos de tortura y empalamiento, atado de pies y manos en las costas de Uruguay en mayo de 1976.

El negrito Avellaneda era militante de la juventud comunista cuando lo secuestraron en un allanamiento brutal en el que los grupos de tarea buscaban a su padre. Se lo llevaron con su madre Iris Pereyra –quien sobrevivió– en una comisaría donde los torturaron y luego los llevaron al centro llamado El Campito, en los cuarteles de Campo de Mayo, donde desapareció y evidentemente habría sido tirado al mar o al río de la Plata.

Riveros, juzgado en 1985, fue indultado por el ex presidente Carlos Menem en 1990 y fue comandante de Institutos Militares entre 1976 y 1978. En octubre afrontará otro juicio; ya había sido condenado a cadena perpetua por tribunales italianos en 2000.

A su vez, el Ministerio de Defensa informó que se agregó la calificación de detenido-desaparecido en los registros de las fuerzas armadas a aquellos soldados que figuran como desertores y que cumplían con el servicio militar obligatorio durante la última dictadura militar cuando fueron desaparecidos.

La ministra de Defensa, Nilda Garré, ordenó ayer al jefe de la armada, Jorge Godoy, que disponga el retiro o la baja obligatoria del capitán de fragata y capellán Alberto Ángel Zanchetta al 14 de julio de 2008, y que se inicien las actuaciones disciplinarias que correspondan por haberse omitido” la decisión de retirarlo.

El sacerdote Zanchetta era el encargado de confortara los pilotos de los vuelos de la muerte, por medio de los cuales arrojaban a los detenidos, drogados o adormecidos, pero vivos, al mar.

También tuvieron fuerte impacto las noticias sobre la extradición desde Paraguay de un médico militar argentino que se apropió de dos niños nacidos en cautiverio durante la pasada dictadura militar y del coronel uruguayo Manuel Cordero, quien ha sido requerido a Brasil por la justicia argentina en una de causa sobre la Operación Cóndor.