Sociedad y Justicia
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La política de austeridad impide hasta la compra de computadoras, se quejan expertos

Frenan proyectos de investigación clínica por la disminución de recursos públicos

Científicos demandan al gobierno y a la iniciativa privada que canalicen más fondos

 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de agosto de 2009, p. 38

El impacto de la crisis económica sí se ha visto reflejado en una reducción de los recursos públicos que se destinan a la investigación clínica en el país, reconocieron investigadores de los institutos nacionales de Cardiología y de Ciencias Médicas y Nutrición, quienes destacaron que no sólo nos enfrentamos a la escasez de fondos, sino también a la aplicación de una política de austeridad, la cual impide hasta la adquisición de equipo nuevo de cómputo.

En conferencia de prensa, en la cual se abordó el potencial de México en esa área, Tomás Pulido Zamudio, jefe del servicio de cardioneumología del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, afirmó que los investigadores realizamos no sólo una tarea científica, sino también buscamos recursos para financiar estudios y proyectos, y muchas veces esos fondos van a parar a un área específica del instituto y no podemos manejarlos como consideramos adecuado, a pesar de ser apoyos privados.

En cuanto a la inversión pública destinada al rubro, indicó que en su equipo de trabajo estamos detenidos en proyectos de ciencia básica, porque no tenemos los recursos necesarios para implementar una nueva área de laboratorio. Agregó que a escala mundial actualmente se realizan 76 mil 952 estudios clínicos en 169 países, por lo que México no debe quedar atrás.

Al respecto, Juan Sierra Madero, jefe de la clínica de VIH del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, admitió que como investigadores buscamos fuentes de financiamiento de varios orígenes, tanto de la industria farmaceútica como de agencias internacionales y académicas, porque no podemos contar sólo con el presupuesto nacional para el sector, que se ha visto afectado por la crisis.

Tras señalar la importancia de continuar impulsando la inversión pública y privada para la realización de estudios clínicos que permitan beneficiar a pacientes mexicanos, subrayó que cuando se reciben fondos de agencias internacionales o de la industria farmacéutica se debe tener muy claro que puede haber conflicto de intereses. Esto obliga a tener transparencia total y dejar muy en claro a quien aporta el financiamiento del estudio que el objetivo del mismo es el conocimiento y no la promoción de determinado medicamento.

Insistió en que es necesario mantener un marco ético y de transparencia, pues todos los estudios clínicos deben estar auditados, abiertos al escrutinio público y vigilados por las agencias regulatorias del gobierno mexicano responsable de su autorización.