Cultura
Ver día anteriorDomingo 9 de agosto de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El eje de la selección, la búsqueda de nuevos lenguajes teatrales

Verbo líquido reúne cinco montajes con vida propia de Estela Leñero

Los textos compilados ya han sido puestos en escena y algunos galardonados; entre ellos, Verónica en portada y El Codex Romanoff

 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de agosto de 2009, p. 4

La búsqueda de nuevos lenguajes teatrales, en los que el espacio y los personajes se afecten mutuamente hasta generar situaciones con vida propia, es uno de los rasgos distintivos de la obra de la dramaturga Estela Leñero, quien el pasado jueves presentó en el Palacio de Bellas Artes el libro Verbo líquido, que reúne cinco de sus obras más conocidas.

El volumen, coeditado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y el sello Escenología AC, incluye montajes de Leñero (Distrito Federal, 1960) estrenados desde finales de la década de los 90, algunos de los cuales recibieron diversos premios.

El primero de ellos es Verónica en portada, en el que mediante una comedia de enredos y poder “se mezclan dos universos: el editorial y el de la actuación. Ahí cuestiono los valores éticos, laborales y personales a partir de la libertad de individuo –sobre todo de las mujeres– para elegir su destino”, explica la autora en entrevista.

Verbo líquido, pieza que le da título al libro, es una obra interdisciplinaria, realizada con la colaboración de varias personas, que se construye sobre la dualidad de una voz que se pregunta y se contesta a sí misma, en una especie de juego personal existencialista.

Por su parte, Habitación en blanco hace una indagación de lo que sucede cuando dos personas son obligadas a compartir un mismo espacio, lo cual provoca una situación incómoda y confusa que genera toda una discusión sobre Dios, el amor y el tiempo.

La cuarta obra incluida en el libro es Insomnio, propuesta teatral en la cual Leñero buscó mostrar cómo sería la experiencia emotiva entre dos personajes si a sus situaciones cotidianas se les quitan las palabras y se les deja sólo el recurso del movimiento corporal, en una suerte de juego poético alrededor de una cama.

Finalmente, El Codex Romanoff cuenta la historia de cómo un par de monjas del siglo XIX se empeña en la búsqueda de un libro de cocina y buenas maneras en la mesa, supuestamente escrito por Leonardo Da Vinci, en una sublimación de su deseo sexual, que busca eludir de manera cómica las tentaciones del pecado.

Salir del libreto

Si un hilo conductor tienen estas cinco obras, apunta Leñero, es que cada una contempla un experimento teatral escénico. Aunque son diferentes entre sí, todas tienen esa intención de búsqueda, de lanzar diversas hipótesis en cuanto a la forma en que interactúan los personajes, para desarrollar situaciones nuevas en el escenario.

Otra constante irrenunciable de su trabajo como dramaturga, añade, es jugar constantemente con la relación entre el espacio físico y los personajes, para hacer que el espectador se confronte con ellos desde diversos puntos de vista.

Aunque los textos reunidos en este volumen ya han sido puestos en escena e incluso han recibido varios galardones, de todas formas fueron sometidos a una revisión, la cual incluye las observaciones de los directores, actores y espectadores, con el propósito de permitir que en el futuro sean retomados por nuevos públicos, pero con una óptica distinta.