a Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa abrió el pasado domingo el proceso para designar a quien presidirá, a partir de octubre, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Los organismos no gubernamentales, asociaciones y colegios vinculados a la defensa y promoción de los derechos humanos, así como las entidades, instituciones y personalidades del Distrito Federal, debidamente acreditadas, podrán hacerle llegar sus propuestas hasta el próximo martes 11, por medio de comunicaciones en las que se postule a un solo candidato.
De conformidad con la convocatoria, el 26 de agosto la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa publicará los nombres de las personas propuestas. Dado que se trata de un proceso en el que se empalma la conclusión de la cuarta legislatura de la asamblea, con el inicio de los trabajos de la quinta, que por los tiempos legales tienen que ver con la designación y con el inicio del proceso para que el Senado nombre al sucesor del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las organizaciones civiles de derechos humanos han pedido que el proceso sea limpio, transparente, profesional, centrado en las víctimas, democrático y respetuoso de la diversidad de las propuestas. Sobre todo han reclamado que no se utilicen estos procesos como moneda de cambio para negociar por intereses personales o de grupo a las comisiones de derechos humanos, y por ello han hecho un llamado a la Asamblea Legislativa para que anteponga la protección de las garantías individuales de las personas que viven y transitan por la ciudad, y que se creen las condiciones para elegir a una persona que sea autónoma, dialogante, incluyente y comprometida con la defensa y protección de las víctimas. Por ello le han pedido también que señale claramente los plazos que permitan a las organizaciones y ciudadanos dar seguimiento al proceso de elección y poder intervenir en él.
Al mismo tiempo que respaldan el mecanismo de información permanente establecido en la convocatoria para garantizar la transparencia del proceso, las organizaciones demandan también que sea abierto y accesible para todos, a fin de que la ciudadanía pueda conocer no únicamente el perfil de quienes se hayan inscrito para ocupar la presidencia de la CDHDF, sino también su trayectoria y sobre todo sus propuestas y compromisos.
Como aconteció en el pasado reciente, cuando fueron nombrados algunos de los consejeros y consejeras actuales, las organizaciones piden igualmente que sean abiertas las sesiones del proceso de selección, y se realicen entrevistas públicas con los candidatos. Además de los requisitos establecidos en la ley, para las organizaciones es necesario que quien ocupe la presidencia tenga el apoyo de un amplio sector de la sociedad y contar con una visión y convicción demostrable de la perspectiva de género en su trayectoria. Debe tener experiencia y conocimiento de su trabajo y de instituciones académicas en el campo de los derechos humanos. Ha de contar también con un programa sobre el diagnóstico, rumbo y perspectivas de la institución, que comprenda la perspectiva de género, la dimensión de la pluriculturalidad y un esquema de vinculación y trabajo con organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y otros sectores con incidencia en materia de derechos humanos. Ha de acreditar igualmente que cuenta con conocimientos sobre el marco jurídico local, federal e internacional en derechos humanos, y con competencia para aplicarlos contra la impunidad, la negligencia, y los errores, abusos y corruptelas de los funcionarios públicos. Debe por ello ser independiente y salvaguardar en todo momento la autonomía constitucional de la CDHDF, con el fin de garantizar distancia de todos los factores de poder y de las autoridades gubernamentales de primer nivel. Sin embargo, debe tener siempre una actitud de apertura y diálogo con los principales actores sociales, para tener conocimiento de sus principales demandas. Y ha de demostrar experiencia y compromiso previo en favor de la transparencia y rendición de cuentas. Precisamente por esto muchas organizaciones piden a las candidatas y candidatos un compromiso claro con la continuidad, consolidación y desarrollo del ejemplar modelo de gestión, que su actual presidente, el consejo y su equipo de trabajo le han impreso a la CDHDF.
De entre los nombres, con estas características, que han surgido de organizaciones civiles, así como entre académicos especializados e independientes, se encuentran los de Patricia Colchero Aragonés, quien ha participado en proyectos comunitarios y sido militante de varias organizaciones civiles de derechos humanos desde 1989; ha desempeñado igualmente con excelencia distintos cargos en la CDHDF. El de Gerardo Sauri, quien desde 1982 ha trabajado con la infancia que vive y trabaja en la calle, ha fundado para ella una organización y desde el año 2001 es el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México. El de Édgar Cortez Morales, quien fue de 1996 a 2004 director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, y de 2004 a la fecha, secretario ejecutivo de la Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todas y Todos, y el de Luis González Placencia, quien ha desempeñado cargos directivos relevantes en la CNDH, el Instituto de Capacitación Penitenciaria, el Consejo de la Judicatura Federal y la tercera visitaduría de la CDHDF.
