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Denuncia el presidente palestino campaña israelí de limpieza étnica en Jerusalén este

Se reserva la ANP el derecho a la resistencia legitimada por la ley internacional: Abbas
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El presidente de la ANP y líder de Fatah, Mahmoud Abbas, dialoga con los periodistas en Belén de espaldas a una fotografía de Yasser ArafatFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de agosto de 2009, p. 26

Belén, 4 de agosto. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, dijo hoy, durante el primer congreso de su partido Fatah en 20 años, que los palestinos quieren la paz con los israelíes, pero aclaró que la resistencia sigue siendo una opción.

Aunque la paz y las negociaciones son nuestra elección, nos reservamos el derecho a la resistencia legitimada bajo la ley internacional, afirmó en el discurso de apertura en el que privilegió ese accionar pacífico, si bien advirtió que los palestinos no renunciarán al derecho a responder a la violencia con violencia.

Funcionarios de Fatah dijeron que un esbozo del nuevo programa del partido fundado por el fallecido Yasser Arafat pide nuevas formas de resistencia, como la desobediencia civil contra la expansión de los asentamientos judíos y el muro construido en Cisjordania; deja abierta la opción a la lucha armada si fracasan las conversaciones de paz con Israel y no descarta una declaración unilateral de independencia palestina.

Para Abbas, este congreso en la ciudad de Belén, Cisjordania, debe constituir una plataforma para consolidar la lucha y cumplir nuestros principales objetivos: la liberación y la independencia.

En ese sentido, aseguró que su partido se esforzará por alcanzar el éxito en el diálogo de reconciliación nacional y reiteró su objetivo de lograr un Estado palestino con las fronteras de 1967 y Jerusalén este como capital.

No obstante, dijo, el gobierno del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, debe cumplir sus obligaciones con respecto a los palestinos, tras acusarlo de acabar con las oportunidades de retomar las negociaciones de paz, rechazar la congelación de la colonización y excluir la restitución a los palestinos de la parte árabe de Jerusalén o el valle del Jordán.

También denunció una campaña de limpieza étnica en Jerusalén este por Tel Aviv, mediante la destrucción de casas árabes para instalar en ellas a colonos judíos.

Pero si bien insistió en el bloqueo israelí al proceso de paz, admitió que Fatah cometió errores que se saldaron con su derrota ante el islamita Hamas en los comicios legislativos de 2006 y su posterior salida de la franja de Gaza.

Durante el congreso de tres días, unos 2 mil delegados renovarán el comité central y el consejo revolucionario, principales instancias de Fatah, y adoptarán un nuevo programa político de cara a las negociaciones con Israel y la búsqueda de la reconciliación nacional con Hamas, que negó el permiso a unos 400 miembros de Fatah para acudir a Belén.