Hace 10 años la selección mexicana ganó por primera vez en su historia un trofeo de la FIFA. En el estadio Azteca venció 4-3 a Brasil y se coronó campeón de la Copa Confederaciones 1999, en una noche inolvidable para el futbol mexicano.

El artífice de la hazaña fue el técnico Manuel Lapuente, quien consideró que el prestigio que adquirió el Tricolor en aquel torneo, hoy se ha perdido por la falta de continuidad en los procesos con distintos entrenadores.

“Para mí que se cortó un proceso que llevábamos muy bien con la selección nacional. Simplemente tuvimos una ruptura. No ha habido una continuidad seria y desde entonces no he visto nada serio en el Tri”, expresó Lapuente en entrevista radial.

Destacó que luego de la victoria en la Confederaciones 1999 “México recobró mucha presencia en la cancha. (La mentalidad era) ‘aquí estamos y quien venga aquí le costará ganar y no sólo eso, aquí perderá’. Por eso es importante recobrar esa mística”.

Pero no es fácil recuperar ni el prestigio ni el nombre, pues Lapuente asegura que en la actualidad no hay espacio para desarrollar el talento local, porque –considera– hay un exceso de futbolistas foráneos.

“Cinco jugadores extranjeros por equipo son demasiados, no hay cabida para los mexicanos. La solución no es buscar salidas inmediatas sino pensar a largo plazo.

“México está para ver más adelante y tener muchos jóvenes, que sí los hay, todos los equipos poseen buena cantera, pero se tienen que aventar para decir ‘vamos a reducir a tres extranjeros’, porque contará con una buena cantidad de juveniles para crecer. Un técnico tendría mucho de dónde elegir, no cómo en la actualidad”.

Lapuente recordó que el mayor éxito de su carrera, porque esos trofeos no se ganan de la noche a la mañana, fue interrumpido por la coacción de directivos, quienes empezaron a entorpecer su desempeño como entrenador nacional.

“Tuve que ir al consejo (directivo de la FMF) y decir: ‘ya no puedo darle a México lo que requiere si ustedes me están limitando el terreno’. Eso fue en pocas palabras lo que pasó y por eso tuve que dejar la selección, un hecho para mí muy doloroso”, recordó el ex timonel del Tri.

Después de la Copa Confederaciones y del Mundial 98, Lapuente insiste en que estaba seguro de que avanzaba por el camino correcto a Japón-Corea del Sur 2002, pero lamentablemente las incongruencias políticas en la FMF lo obligaron a dimitir.