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Al concluir esta administración 23% de los reos tendrán que recibir tratamientos de alto costo

Sobrepoblación y atención a enfermedades de la vejez afectarán a penales federales

Crece el número de menores detenidos por delitos relacionados con la delincuencia organizada

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El envejecimiento de la población penitenciaria, otra preocupación de las autoridadesFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de julio de 2009, p. 5

Además del crecimiento de la población penitenciaria –que en el corto plazo podría saturar las prisiones federales–, un problema de salud que se presentará cuando esta administración concluya es que 23 por ciento de los reos en esas cárceles padecerán enfermedades crónico degenerativas, señalan funcionarios y estudios de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.

Asimismo, fuentes del Consejo de Seguridad Nacional revelaron que se están registrando severos problemas de sobrepoblación en penales del estado de México, Puebla, Querétaro, Guerrero y Michoacán, por el alto número de presuntos delincuentes supuestamente vinculados con el crimen organizado que han sido detenidos en los meses recientes.

El problema de sobrepoblación –refirieron las fuentes consultadas–, no sólo atañe a las prisiones para adultos, sino que se ha extendido a los centros de tratamiento para menores (consejos tutelares), ante el aumento de jóvenes que participan en la comisión de delitos contra la salud, violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y homicidios dolosos relacionados con la delincuencia organizada.

La Estrategia penitenciaria 2008-2012, elaborada por la SSP federal en diciembre de 2008, reconoce que “al inicio de 2007 había 3 mil 112 internos en los centros penitenciarios del gobierno federal; para diciembre del mismo año esa cifra aumentó a 3 mil 804, y a noviembre de 2008 se incrementó a 4 mil 205.

La tendencia de crecimiento continuará, porque el compromiso de los gobiernos es no dejar espacios a la delincuencia y combatir hasta las últimas consecuencias a las estructuras delictivas. Es previsible que en el corto plazo el sistema federal agote su capacidad instalada y se sature también.

A pesar de que en la actualidad centros federales de readaptación, por ejemplo los de Matamoros y Nayarit, han sido modificados para aumentar su capacidad instalada, de acuerdo con los reportes de la SSP federal hay prisiones como El Altiplano, Occidente y Noroeste (Matamoros) que operan con casi 50 por ciento más de población que el número recomendado.

Para el caso, los tres centros federales de readaptación social (Ceferesos) antes mencionados tienen una capacidad recomendada para 520 reclusos.

La capacidad instalada en El Altiplano es de 816, y hasta diciembre de 2008 su población era de 805 internos; Occidente, cuenta con capacidad para 836, y estaba ocupada a finales del año pasado por 823; Matamoros cuenta con 724 espacios, y en diciembre ya tenía 712 internos.

La estrategia del gobierno federal reconoce que la tendencia mundial en instalaciones de máxima seguridad es de una celda por persona, con el propósito de garantizar la seguridad del personal y del interno. En contraste, en los centros federales se cuenta con celdas para dos o tres reos, razón por la que es recomendable no alcanzar la capacidad instalada total.

Aunado a ese problema, en abril pasado el subsecretario de la SSP federal, Patricio Patiño, declaró a La Jornada que para el gobierno federal es “totalmente necesario poner en marcha un programa de ‘telesalud’ para los internos, porque ahora tenemos que 15 por ciento de la población penitenciaria en las instalaciones federales, es decir, 450 internos, son adultos mayores, y la cifra de personas en esa condición aumentará a 23 por ciento, por lo que vamos a tener un gran problema, ya que si ahorita se gasta en medicinas de uso corriente para enfermedades de vector como diarreas o gripes, en el futuro se pasará de esos padecimientos a crónico degenerativos, como diabetes, hepáticos, cardiorrespiratorios, cataratas y otros más, lo que resultara financieramente muy costoso”.