Economía
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El deterioro en la recaudación, por la debilidad de las finanzas

Algún efecto negativo tendrán los recortes presupuestales: Scotiabank
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de julio de 2009, p. 24

Es de esperarse que los recortes anunciados y acumulados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) por un total de 85 mil millones de pesos tengan algún impacto negativo en la actividad económica y en la inversión en relación con lo que se esperaba previamente, aseguraron analistas financieros.

La posibilidad de observar nuevos recortes se mantiene vigente, pero la percepción de Hacienda es que ya no será necesario, consideraron los expertos de Scotiabank. El deterioro en la recaudación experimentado este año no sólo es atribuible a la recesión de la economía, sino en buena medida a la debilidad estructural de las finanzas públicas, que queda evidenciada con la baja de los ingresos tributarios como porcentaje del producto interno bruto (PIB) en los últimos años. Una reforma fiscal que resuelva este problema es impostergable.

Al dejar clara la debilidad fiscal, el ajuste puede ayudar a lograr un paquete económico prudente para 2010, pues deja ver al Congreso, particularmente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), la necesidad de ser responsable. Las negociaciones se encaminan hacia un paquete fiscal que podría combinar menores gastos, mayores ingresos y un pequeño aumento en el déficit para 2010.

La Secretaría de Hacienda anunció en días pasados que realizará un recorte al gasto público por 50 mil millones de pesos (mmp) como medida necesaria para mantener el orden en las finanzas públicas luego de que los ingresos fiscales están siendo severamente afectados por la recesión económica y por la baja en la producción petrolera.

Entre los puntos más relevantes de lo comentado por Hacienda destacan: La disminución de los ingresos petroleros y no petroleros llevará a menores ingresos públicos por 480 mil 100 milones de pesos.

Buena parte de esta contracción se compensará con los ingresos de la cobertura de petróleo, el remanente de operación de Banco de México (por operaciones cambiarias y otras), los recursos en los fondos de estabilización y otros ingresos no recurrentes por 395 mmp.

La brecha de financiamiento que queda es de 85 mil millones de pesos. Como ya se realizó un ajuste previo en mayo por 35 mil millones de pesos, falta por realizar un ajuste adicional por 50 mil millones de pesos. Respecto del monto total del ajuste (85 mil millones de pesos), 78 por ciento se realizará en el gasto corriente y 22 por ciento en gasto de inversión.

A pesar de este nuevo ajuste, el gasto programable es superior al aprobado para 2008.

El gobierno federal ratifica su compromiso de usar todos los instrumentos a su disposición para mantener finanzas públicas ordenadas, lo cual es una condición necesaria para que México entre en una senda de crecimiento económico acelerado y sostenido.

Los expertos de Scotiabank explicaron que la medida es hasta cierto punto preventiva pues prevé conservadoramente la caída en ingresos para lo que resta del año. El ajuste al gasto anunciado por Hacienda responde al severo deterioro en las condiciones económicas que enfrenta el país, que ha propiciado una fuerte contracción en los ingresos del sector público.

Aunque el ajuste es necesario para cumplir con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, pero también es una medida necesaria desde el punto de vista de la ortodoxia económica. Si bien es cierto que la magnitud de la recesión en la actividad económica haría deseable una ampliación del gasto público, esto sólo sería recomendable cuando la situación de las finanzas públicas fuera sana, es decir, con una recaudación adecuada y bajos niveles de endeudamiento.

La intención es evitar que el déficit fiscal aumente este año, manteniendo el objetivo de 1.8 por ciento del PIB para el balance económico y de 3.1 por ciento del PIB para los requerimientos financieros del sector público.