Villahermosa, Tab., 24 de julio. Debido al narcotráfico, los periodistas que se encuentran en los estados más afectados por ese fenómeno, viven como corresponsales de guerra en su propia casa.

Mike O’Connor, del Comité para la Protección de los Periodistas, señaló lo anterior al destacar que en Chihuahua, Michoacán y Sinaloa se ubican los frentes de guerra. Ahí los informadores que abordan el tema del tráfico de estupefacientes, viven con temor y constantemente se hacen la pregunta “¿cuándo viene por mí?, ¿cuándo viene el levantón?”

En estas circunstancias criticó la falta de respaldo de los empresarios de la prensa a los periodistas amenazados y puso como ejemplo el caso del director de un medio, quien dijo a uno de sus reporteros que si su vida corría peligro se escondiera, pero que no iba a recibir su salario.

Al participar en un seminario denominado Libertad de expresión en transición, consideró que los comunicadores van a tener que arrancar la protección que requieren de los empresarios.

En la medida en que sea más dura la guerra contra el narcotráfico va a haber más informadores amenazados y el gremio va a tener que hacer algo, insistió el ex corresponsal de guerra.

En el acto, convocado por la Organización Demócrata Cristiana de América, la Comisión Especial para la Protección de Periodistas de la Cámara de Diputados y la fundación Konrad Adenauer, O’Connor resaltó que debido a las amenazas en el periodismo mexicano se está practicando la autocensura.

Por su lado, Gabriela Warkentin, directora del departamento de comunicación de la Universidad Iberoamericana, llamó la atención sobre las nuevas tecnologías y las posibilidades que ofrecen. Por ejemplo, recordó que el día de las elecciones se empezó a convocar al voto vía Internet mientras días antes por este medio se difundía la campaña en favor del sufragio nulo.