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Congreso Internacional de Americanistas

Experto de la UAM llama a contrarrestar tendencias de la economía

Los bienes culturales no deben ser tratados como cualquier mercancía
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de julio de 2009, p. 4

El investigador del Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, Eduardo Nivón, explicó que la riqueza cultural no es una mercancía cualquiera, porque constituye un factor de identidad y autoafirmación de muchas comunidades.

Los bienes (culturales) no pueden ser tratados como cualquier bien económico; existe una política internacional de exclusividad cultural que propone limitar su comercialización o favorecer las creatividades locales.

En entrevista, el también profesor de la UAM recomendó “analizar los pactos económicos y establecer otras vías para contrarrestar las tendencias de la economía mundial, pues es imposible, aseguró, que un país se oponga a la avalancha de las grandes empresas productoras de bienes culturales.

Déficit de pluralidad y diversidad

Eduardo Nivón propuso analizar cómo se organizan los bienes culturales que tienen un componente económico, pero al mismo tiempo que se pueda garantizar el desarrollo en términos de sustentabilidad y racionalidad.

Por otra parte, consideró que existen discrepancias en el tratamiento de las industrias del sector cultural y de comunicaciones.

Una dificultad básica es que varias de las industrias culturales están relacionadas con las modernas tecnologías de la comunicación: radio, televisión, Internet, pero la normatividad sobre este tema no está en el sector cultural, sino en el de las comunicaciones.

Según el experto, el tema de las industrias culturales ha cobrado mayor interés, porque gran parte de la difusión de los bienes culturales se hace a partir de tales empresas.

“El interés del sector cultural a veces no coincide con lo que se realiza en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

“El sector cultural se preocupa por la diversidad y el pluralismo en las industrias culturales, pero a veces las políticas adoptadas por la SCT contradicen esto.

“Hay gran concentración de concesiones en prácticamente dos empresas, cuando uno de los intereses es que la sociedad encuentre gran diversidad de opciones.

El sector cultural ha manifestado gran interés por el Programa Nacional de Cultura, pero falta sintonía con la SCT; esto genera una marcha a pasos diferentes y veo un déficit notable en la pluralidad y la diversidad en los medios.