Sociedad y Justicia
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Operaron a paciente por hernia; falleció por perforación intestinal

Investigan muerte por un error en el Hospital General

Detecta la PGR diversas irregularidades en atención del nosocomio

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El oficio del caso de Magadalena Velázquez contiene pruebas de que los requerimientos del Ministerio Público no han respondidos de manera satisfactoria. En la imagen, cirugía en un hospital públicoFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de julio de 2009, p. 34

Por un error quirúrgico, Magdalena Velázquez Estrada sufrió una perforación de intestino, y aunque los médicos del Hospital General de México (HGM) trataron de corregir su falla, la mujer, de 53 años de edad, falleció el pasado 6 de mayo. Desde entonces, ha sido evidente la pretensión del nosocomio de encubrir a los responsables, afirmó Adam Estévez, hijo de la víctima, quien presentó una demanda penal por negligencia médica.

Prueba de la intención de proteger al personal involucrado en la atención de la paciente es que los requerimientos del Ministerio Público Federal al hospital no han sido respondidos satisfactoriamente. Así lo señala el oficio correspondiente de la mesa 6 investigadora, en el cual se lee que las copias de las hojas del expediente clínico de Magdalena Velázquez que envió el HGM no tenían folios, además de que se detectaron diversas irregularidades en la atención clínica que recibió.

De acuerdo con Estévez, el HGM envió hojas sueltas de la historia clínica de su madre a la autoridad judicial, aunque después la institución corrigió y presentó el expediente completo.

El mismo documento de la Procuraduría General de la República (PGR), fechado el 25 de mayo de 2009, refiere la respuesta del hospital respecto de un médico de apellido Valdés Rico, de quien el nosocomio afirmó que no forma parte del personal de su plantilla.

Sin embargo, esa persona extendió una receta médica en un formato del HGM. Significa, dice el oficio de la PGR, que dentro del ese hospital existen médicos que prescriben medicamentos pero no se encuentran adscritos al mismo.

Además, la procuraduría solicitó al nosocomio una explicación sobre otra receta extendida por un médico que, faltando a todo profesionalismo, sólo firmó de manera ilegible y prescribió Dicynone, ampolletas de 250 miligramos, a Magdalena Velázquez. En el documento, el supuesto profesional omitió su nombre y número de cédula profesional, como lo exige la normatividad.

Luego de un año de seguimiento clínico en el servicio de gastroenterología, donde le diagnosticaron una hernia hiatal, Velázquez fue programada para practicarle una cirugía el pasado 29 de abril, la cual fue realizada por el médico Tomás Escalante, quien la dio de alta cuatro días después.

Una vez en su casa, alrededor de las 23 horas, la paciente presentó fuertes dolores abdominales, mareos, pérdida de visión y sudoración. Por lo urgente de la situación, su familia la llevó a un hospital privado, donde el médico la estabilizó y determinó que el cuadro era grave, por lo cual recomendó que regresara al HGM.

La señora Velázquez reingresó la madrugada del 4 de mayo, al área de terapia intensiva. Durante el transcurso de ese día, el médico Escalante informó a los familiares que la paciente requería una nueva intervención, de lavado quirúrgico, porque había sufrido perforación de intestino. Él mismo reconoció que había sucedido un error, aunque después dijo que se trataba de una complicación.

En entrevista, el hijo de la fallecida recordó que acudió con el subdirector médico del HGM para solicitarle que Escalante dejara el caso de su madre. Su petición no fue atendida, como tampoco las posteriores solicitudes para que se le explicara la causa del deceso.

Según el quejoso, ninguna autoridad del HGM le dio respuesta, aunque contestó a la petición de información de La Jornada que sólo podía proporcionar información a los familiares.

Ante las dudas, Estévez autorizó que a su madre se le realizara una necropsia, la cual –como el acta de defunción–, determinó que el fallecimiento se debió a choque séptico, sepsis abdominal secundaria a perforación intestinal.

Hace unos días, de manera extraoficial, integrantes del Órgano Interno de Control y del Ministerio Público Federal informaron que existen elementos para sustentar la negligencia médica. Ambas instancias solicitarán un dictamen a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed).