Sociedad y Justicia
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Congreso Nacional de Exorcistas y Auxiliares de la Liberación

La influencia del diablo se desató en épocas recientes, dice la Iglesia católica
 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de julio de 2009, p. 35

Según la Iglesia católica, la influencia del diablo se ha desatado en México y en el mundo en épocas recientes, debido a la proliferación de prácticas como la brujería, el culto a la muerte, el espiritismo y la realización de misas negras, consagraciones al maligno, bautizos y bodas satánicas, entre otros, pero también al hecho de que mucha gente no cree en la existencia del demonio, lo cual constituye la mayor fortaleza del maligno.

Según especialistas, aunque los exorcismos son una práctica constante en la Iglesia católica no cuentan con el respaldo de la mayor parte de sus integrantes, e incluso este ritual ha sido criticado debido a que se la vincula con cultos religiosos cercanos a lo pagano.

No obstante ello, el papa Benedicto XVI ha propugnado porque más sacerdotes se sumen a este ministerio e incluso se sabe que Juan Pablo II realizó tres exorcismos, señaló Jesús Yáñez, auxiliar de exorcistas, quien precisó que fue el referido pontífice quien actualizó el ritual del exorcismo en 1993 y lo publicó seis años después. El anterior databa de 1614.

En entrevista otorgada con motivo de la realización del cuarto Congreso Nacional de Exorcistas y Auxiliares de la Liberación, el cual se realiza desde el lunes pasado y concluye este viernes, Yáñez, principal asesor del padre Pedro Mendoza Pantoja, coordinador de exorcistas de la Arquidiócesis de México, refirió que encuentros como el señalado han servido para alentar a más clérigos a sumarse a este ministerio.

Justamente en cuanto al número de sacerdotes expertos en exorcismos indicó que se estima que probablemente en el país existen unos 80, nombrados por los obispos. Ningún sacerdote puede ejercer este ministerio si no tiene el permiso de su obispo, precisó al explicar que sacar al demonio de una persona puede ser un asunto rápido, es decir que se consuma entre dos y cinco sesiones. Pero también reconoció que hay casos difíciles y éstos pueden tardar dos años o más. En el Evangelio se narra un proceso de hasta 18 años.

Explicó que existen dos tipos de exorcismos: menor y mayor. El primero lo puede realizar cualquier sacerdote y se aplica a personas que han incurrido en alguna de las prácticas satánicas antes mencionadas. En tanto, el mayor lo debe realizar un sacerdote exorcista o bien un obispo y se aplica a las personas que están poseídas.

Apuntó que los principales signos que muestran a una persona poseída es que ésta hable lenguas extrañas y la ocurrencia de fenómenos paranormales en grado sumo, como romper cadenas, levitar o incluso tener la capacidad de extender su lengua por más de 30 centímetros, entre los más leves, pero también presentan convulsiones y rechazo ante objetos sagrados.