Opinión
Ver día anteriorDomingo 5 de julio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿La Fiesta en Paz?

Atásquense, ahora que hay

D

ejó dicho George Bernard Shaw: A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos seguido... y por las mismas razones. Así que a hacer como que los cambiamos aunque de hecho no cambie nada, comprobado de nuevo que el régimen en turno resultó abiertamente discriminatorio de cuantos no piensen como él, por lo que habrá que ponerse las pilas con motivo de la votación de hoy.

Sólo votar por candidatos que con claridad de ideas, argumentos sólidos y tono comprometido se hayan manifestado en favor de los asideros trascendentes, aunque no hayan logrado definir ninguno. Asimismo por quienes supieron incluir en sus propuestas de campaña conceptos en favor de: La familia, incluida la que aún los soporta; la economía de libre mercado, sin más competencia que el alza de precios y la escasez de empleos, pero con infinidad de productos chafas y servicios malos; la educación actual, aunque sólo enseñe a obedecer y no a pensar por sí mismo.

Igualmente se puede votar sin culpa por los candidatos que creen en Dios, si se entiende a éste como sinónimo del dinero, y por los que creen en cualquier religión como vocera de la verdad exclusiva y excluyente.

Por ningún motivo se deberá votar, bajo pena de condenación eterna e invalidación de eventuales indulgencias plenarias, por quienes abiertamente se hayan manifestado en favor de la legalización de las drogas, en pro del aborto, de la muerte digna y del suicidio asistido, o en contra del calentamiento global, el mal uso del agua, la producción de automóviles y cualquier otra muestra de falsa alarma.

Resultará inadmisible para todo ciudadano responsable el hecho de sufragar por candidato o partido que se haya pronunciado abiertamente en favor de la fiesta de los toros como expresión centenaria del pueblo de México. La indiferencia de sucesivos regímenes y diferentes partidos en torno a este espectáculo sólo confirma su alto nivel de civilización, conciencia ecológica, refinada sensibilidad posmodernista y… sometimiento a Washington.

A los que aún sueñan con ver en la Plaza México un cartel integrado únicamente por toreros españoles o de perdis por dos y un nacional, se les informa que en Madrid, en los últimos 100 años, se han celebrado 25 festejos con dos mexicanos en el cartel y sólo uno con tres. No se pierda mañana la nota sobre el sainetazo reciente del empresario de la México, el juez y el Gobierno del Distrito Federal. Destapa el frasco de las negligencias recíprocas.