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Candidato a la presidencia municipal de Guadalajara por el PT

Gilberto Parra Rodríguez: una vida entre el activismo social y la política
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de julio de 2009, p. 36

Guadalajara, Jal., 30 de junio. Dice ser candidato ciudadano, pero es uno de los políticos más experimentados de Jalisco y tal vez el único que pasó de los cargos públicos al activismo social: es Gilberto Parra Rodríguez, aspirante del Partido del Trabajo (PT) a la alcaldía de Guadalajara.

Fue dirigente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) de 1981 a 1983, fundador del extinto Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) en Jalisco, y líder estatal, diputado federal y regidor del Partido de la Revolución Democrática (PRD), para luego volverse promotor civil y crear el Centro de Apoyo al Migrante y el movimiento binacional Braceroproa.

En sus épocas estudiantiles se volvió la antítesis de Raúl Padilla López –otro líder de la UAG– y con esa postura hizo su carrera. Interactuó con personajes como Heberto Castillo, Arnaldo Córdoba y Rafael Galván. Contribuyó a que el PRD aumentara su alcance electoral, pero debió abandonarlo cuando el Grupo Universidad (encabezado por su oponente) se hizo del control.

Es economista y se volvió apicultor a fin de retribuir a la madre Tierra y espera industrializar los productos de su rancho Estancia de los López, aunque ahora tiene una tarea complicada y la toma como una fase más de su larga carrera.

“Las mafias controlan las elecciones. Un mismo aparato copado por gente de intereses afines organiza y califica los comicios, mientras el Congreso designa miembros de los órganos electorales dentro de un criterio de cuotas’, reflexiona.

Según el abanderado petista, se requiere participación ciudadana para limpiar las elecciones, pero aún falta llegar a un grado de participación que lo permita, lo cual no es motivo de desaliento, pero sí un reto para mejorar la democracia.

Admite que la falta de recursos limita el alcance de su mensaje en una ciudad de 600 colonias y formidables desafíos que no se pueden acometer sin acceso a medios electrónicos. Hay una parcialidad evidente que favorece a los partidos grandes, deplora.

Además, considera que es muy corto el periodo de campaña, y aunque ve por todos lados simpatía hacia su propuesta y su planilla, está consciente de la dificultad de abarcar un conjunto tan disperso y heterogéneo, pero hacemos el mejor esfuerzo y al final no habrá remordimientos, manifiesta.