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El cineasta Pino Solanas y Martín Sabatella dan a la centroizquierda un lugar privilegiado

Revés oficialista impone la necesidad de consensos, reconoce Cristina Fernández

En Argentina, todas las alianzas incluyen a los partidos dominantes: justicialismo y radicalismo

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Cristina Fernández durante una conferencia de prensa donde matizó la derrota electoral y señaló que surge una especie de tripartidismoFoto Reuters
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Los candidatos Francisco de Narváez (derecha) y Gabriela Michetti festejan su triunfo con el jefe de gobieno de Buenos Aires, Mauricio MacriFoto Reuters
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Al ex presidente Néstor Kirchner correspondió reconocer el tropiezo del Partido Justicialista y anunció su separación de la dirigencia nacionalFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 30 de junio de 2009, p. 23

Buenos Aires, 29 de junio. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, dijo esta tarde que los resultados de las elecciones legislativas de ayer, en las que el oficialismo perdió la mayoría en ambas cámaras del Congreso, exigirán consenso para mantener la gobernabilidad. Fernández toma así la palabra a varios de los ganadores, que salvo Elisa Carrió, del Acuerdo Cívico y Social (ACS), que logró el segundo lugar a nivel nacional, hablaron de un futuro diálogo.

Subrayó que el oficialismo reconoció la derrota por escaso margen en la provincia de Buenos Aires como corresponde, por conducto de Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa.

La provincia de Buenos Aires es muy importante, pero las elecciones fueron nacionales. Los votos que apoyaron listas oficialistas en 14 provincias donde se triunfó fueron 5 millones 987 mil 961, lo cual representa 31.03 por ciento del total de sufragios emitidos, sostuvo la mandataria, al analizar que estas cifras indicarían una suerte de tripartidismo: derecha, socialdemocracia y otros proyectos de mayor profundización.

La mandataria destacó la campaña realizada por el cineasta Fernando Pino Solanas, quien se ubicó en un cómodo segundo lugar a escasos puntos de Gabriela Michetti, la candidata de la derechista Propuesta Republicana (Pro), que gobierna esta ciudad.

En este sentido, destacó la importancia de este surgimiento de Proyecto Sur en la capital, donde parecía que se había acentuado una marcada tendencia ideológica hacia la derecha. Se trata de una fuerza nueva que obtuvo cómodamente el segundo puesto, dijo.

Al mencionar cómo quedaría el nuevo Congreso a partir del 10 de diciembre próximo, en el que el oficialismo tendrá la primera minoría, sostuvo que en el Senado, de 37 legisladores que teníamos, quedamos en 35, y de los seis aliados quedan probablemente cuatro. En diputados teníamos 115 propios y 22 aliados, es decir, 137 legisladores. Ahora quedamos con 107 y 27 posibles aliados más, un total de 134. Esto exigirá por parte de todos un ejercicio de acuerdo para lograr gobernabilidad. Al no tener mayoría, construir consensos también depende de todos los sectores.

Al felicitar a los vencedores, la presidenta admitió que la derrota responde también a errores que serán analizados.

Esta mañana el ex presidente Kirchner renunció a la jefatura nacional del Partido Justicialista (PJ), que será ocupada por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, después de reconocer en la madrugada el ajustado triunfo de la Unión-Pro (Peronismo más Propuesta Republicana) en las legislativas de ayer en ese distrito.

El oficialismo perdió en los cinco principales distritos del país y ganó en otras 14 provincias como Chubut, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Jujuy, Río Negro, Misiones y otras.

En la importante provincia de Santa Fe, el ex gobernador Carlos Reuttemann (con diferencias con el gobierno nacional), quien encabezaba la lista del PJ, ganó por unos dos puntos a los socialistas apoyados por el ACS.

En Córdoba, el candidato a senador nacional por el Frente Cívico opositor, Luis Juez, un polémico ex intendente, logró el primer lugar ajustadamente, y el segundo fue para la Unión Cívica Radical (UCR). En Mendoza ganaron los candidatos del radicalismo ayudados por otras fuerzas, dirigidas por el actual vicepresidente, Julio Cleto Cobos.

Éste no ha renunciado a su cargo, al que llegó por un acuerdo con Kirchner, pacto que traicionó el año pasado cuando votó en favor de las entidades del campo, protagonistas de un paro patronal que puso al país al borde de un golpe de Estado.

En términos generales los medios masivos de comunicación fueron el principal frente opositor, ocultando logros o avances del kirchnerismo, y en sentido contrario en la capital ocultan los serios conflictos y demandas contra el gobierno encabezado por el empresario Maurio Macri.

Parece simplista determinar que tal o cual ganador pueda ser presidenciable. En el caso de Macri, el Pro –que no tiene presencia a nivel nacional– perdió en un año y medio de gobierno la mitad del más de 60 por ciento logrado en esta capital en 2007.

En la provincia de Buenos Aires, Unión-Pro no gana por este último partido sino por el peronismo en ese caso enfrentado al gobierno nacional. Los justicialistas tienen otros candidatos en mente.

Otro dato importante es que en todas las alianzas aparecen los dos partidos dominantes: el justicialismo –mayoritario– y el radicalismo, que son los únicos con estructura a escala nacional.

En esta capital, el ex intendente Aníbal Ibarra, acompañado por el diputado Miguel Bonasso, quien llegó a su banca aliado al oficialismo, al que abandonó en los últimos tiempos, prácticamente desapareció de escena y no pudo entrar al Congreso.

Aunque el ACS, que lidera Elisa Carrió, de la centroderechista Coalición Cívica, está segundo en el país, no es una fuerza política, sino una alianza cuyos adherentes van desde los socialistas moderados hasta la derecha dura, y entre esos extremos hay radicales, peronistas disidentes y otros sectores.

Analistas consideran que los buenos resultados electorales de Pino Solanas en esta ciudad y de Martín Sabatella en la provincia de Buenos Aires le dan a un sector de centroizquierda que acompañó al gobierno en algunas iniciativas un lugar privilegiado a la hora de definir el resultado de las votaciones. Y espera que el oficialismo muestre que interpretó el sentido de las urnas.

Por otra parte, hoy renunció la ministra de Salud, Graciela Ocaña, como había anunciado hace tiempo, y siguen disparándose las cifras de las víctimas del virus de la influenza, que ya ha provocado cerca de 30 muertos y más de 2 mil infectados.