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Golpe de Estado en Honduras

El Grupo de Río integra comisión; investigará crímenes de militares

Presidentes de CA acuerdan sanciones contra los golpistas

Cancelan reuniones, congelan préstamos y suspenden el comercio

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Raúl Castro, Manuel Zelaya y Hugo Chávez en la reunión de mandatarios en Nicaragua. El presidente hondureño recibió cálidos abrazos de Daniel Ortega, Felipe Calderón, Mauricio Funes y Óscar Arias. En la plenaria fue recibido con aplausosFoto Ap
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Periódico La Jornada
Martes 30 de junio de 2009, p. 20

Managua, 29 de junio. Definido como un shock para América Latina, porque se creían superados los tiempos de los golpes de Estado en la región, el de Honduras provocó una condena unánime de los 13 presidentes que se reunieron de manera urgente en esta ciudad y decretaron una serie de sanciones contra del gobierno encabezado por Goriletti, como llamó el venezolano Hugo Chavez a Roberto Micheletti.

Los países del Grupo de Río y del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) reconocieron a Manuel Zelaya, presente en este encuentro inédito, como el único presidente legítimo de Honduras y repudiaron a los golpistas. Los segundos fueron más allá y anunciaron que retirarán a sus embajadores y suspenderán préstamos, y cuatro países vecinos acordaron suspender sus tratos comerciales durante las próximas 48 horas.

Las sanciones aplicadas al gobierno de facto se multiplicaron, ya que incluyen la cancelación de reuniones de cualquier tipo, negar validez a la participación de representantes que no sean los de Zelaya y una solicitud al presidente de la ONU, Ban Ki-moon, para que la asamblea general emita una condena.

La declaración del Sica fue suscrita por los presidentes de Costa Rica, Óscar Arias; El Salvador, Mauricio Funes; de Guatemala, Álvaro Colom; de Panamá, Martín Torrijos; de República Dominicana, Leonel Fernández, y de Nicaragua, Daniel Ortega.

Además, el CA4, que agrupa a El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, determinó cerrar el comercio por las fronteras terrestres ante este deplorable e ignominioso acto de brutalidad.

Conducida por el presidente de México, Felipe Calderón, en su calidad de secretario pro tempore del Grupo de Río, la sesión se inició con la exigencia de la restitución de la institucionalidad democrática en Honduras, incluido el retorno de Zelaya al poder.

Para todos nosotros es absolutamente inaceptable la utilización de la fuerza para derrocar a un gobierno legalmente constituido, la forma en que fue detenido y obligado a salir de su país, señaló Calderón. Luego de la lectura de la declaración final se incluyó un llamado al ejército para que obedezca el mando de Zelaya, e incluso se decidió integrar una comisión de representantes presidenciales que investigarán los crímenes cometidos por los golpistas.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, fue aplaudido por sus colegas cuando aseguró que en Honduras hay y puede haber un presidente que debe regresar de manera inmediata e incondicional al desempeño de sus funciones.

En el Centro de Convenciones planteó que no debe haber negociación alguna con los golpistas, ya que hay intereses oligárquicos empeñados en perpetuar un orden injusto e insostenible.

Castro alertó que este conflicto trasciende las fronteras de Honduras y es expresión del peligro del regreso de las dictaduras militares que –con el apoyo del gobierno de EU en el pasado reciente– aterrorizaron durante décadas a los pueblos latinoamericanos. Mencionó los ejemplos de Bolivia, Venezuela y Honduras, y manifestó su temor de que ocurra lo mismo en Ecuador.

Que Dios cuide a Obama

Si en algo coincidieron los jefes de Estado fue en darle un voto de confianza al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, porque no hay golpista que respire sin el apoyo de Estados Unidos, como dijo Castro, quien también manifestó que cree en su sinceridad, pero tiene que demostrarlo con hechos y no con la palabra.

A tono con estos pronunciamientos, Chavez exclamó: Que Dios cuide al presidente Obama, porque la cadena Fox lo tiene en la mira.

Con un no te preocupes, no pasa nada compañero, el ecuatoriano, Rafael Correa buscó darle confianza Zelaya y dijo que no habrá perdón ni olvido para estos actos execrables. Ni títeres ni fantoches, declaró Correa en torno al gobierno de Honduras y dejó ver diferencias con el presidente Felipe Calderón, quien había propuesto una cumbre de cancilleres, y señaló que era importante la participación de los jefes de Estado en esta reunión.

Evo Morales se quejó del cerco mediático y criticó a CNN por definir la situación en Honduras como una sucesión forzada.

Chavez reiteró que hará todo lo posible por derrocar a este gobierno gorila de Honduras; además prometió que no mandará más petróleo a ese país.