Mundo
Ver día anteriorMartes 30 de junio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Videos sugieren que funcionarios salidos de esos organismos usaron influencias ilegales

Federación estudiantil y unión de jóvenes fueron trampolín político en Cuba

Raúl Castro criticó a dirigentes de probeta antes de la destitución de Lage y Pérez Roque

Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 30 de junio de 2009, p. 24

La Habana, 29 de junio. Poco antes de que fueran destituidos el vicepresidente Carlos Lage y otros altos funcionarios el 2 de marzo pasado, el presidente Raúl Castro criticó a los dirigentes de probeta, quienes hacen carreras meteóricas, brincando desde muy jóvenes a cargos políticos.

Castro también exigió que las autoridades se rigieran por la ley y las instituciones, no por las órdenes de arriba. Sin hacerlo explícito, el alegato sugería que esos fenómenos en el sistema político cubano eran sacos que les quedaban a Lage, al ex canciller Felipe Pérez Roque, al ex vicepresidente Otto Rivero, al ex jefe de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Cuba (PCC), Fernando Remírez, y al ex jefe de despacho de Fidel Castro, Carlos Valenciaga, según versiones de quienes han visto los videos sobre el caso.

Lage, Pérez Roque, Rivero y Valenciaga tienen en común haber presidido la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), que durante décadas ha sido un trampolín para otros cargos.

Carlos Lage y Rivero también encabezaron la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y los otros dos fueron parte de la dirigencia nacional de la organización.

Lage llegó a los 35 años al núcleo del poder, a las órdenes directas de Fidel Castro; Pérez Roque y Valenciaga, a los 26. Rivero, a los 36, saltó como nadie antes: de líder de la UJC a vicepresidente del consejo de ministros a cargo de las obras de la Batalla de Ideas, el programa de inversiones más importante de la época.

Cuando Lage encabezó la FEU; el vicepresidente era Conrado Hernández, el mismo que ahora es acusado de espiar para la inteligencia española. Remírez era secretario de Internacionales.

Lage y Remírez repitieron cargo en la UJC, de donde ambos salieron a cumplir misiones en África y luego el primero al estrellato de la política nacional y el segundo a todos los puestos de primera línea del servicio exterior, menos el de canciller.

Otras dos carreras similares terminaron descalabradas. En los años ochenta Luis Orlando Domínguez y en la década pasada Roberto Robaina salieron abruptamente de sus respectivos puestos de gobierno.

A Domínguez de inmediato y a Robaina años más tarde se les acusó de corrupción y abusos en el poder. Ambos dirigieron la UJC y el segundo también la FEU, de donde saltaron al primer círculo.

Menos Remírez, todos los citados fueron repetidores como diputados y miembros del Consejo de Estado.

En tono bromista, Raúl ya había reprochado en público que por la carrera política Lage abandonara la medicina (no me dejo poner una inyección por él) y Pérez Roque la de ingeniería electrónica (no lo enviaría a trabajar a una termoeléctrica porque la puede fundir).

El choteo ocurrió en febrero de 2007, cuando la UJC decidió exigir a sus dirigentes de tiempo completo que tengan al menos cinco años de experiencia laboral en su oficio o profesión. Algo que recordó Raúl al Buró Político del PCC el pasado 2 de marzo.

En los videos que se están exhibiendo sobre la más reciente purga, hay uno sobre el caso de un italiano que obtuvo aquí en 1998 la concesión exclusiva para reparar y explotar por 20 años la terminal de cruceros del puerto de La Habana, al formar con una sociedad cubana la empresa mixta Silares.

Según la reseña de la Operación Crucero, el asunto terminó en un desastre: el individuo no era empresario, sino representante de los inversionistas; el negocio se hizo sin pasar por los controles previstos; las condiciones eran desventajosas para Cuba y cuando las autoridades quisieron detener al personaje para fincarle cargos, algún contacto de altísimo nivel lo llamó a Varadero y el hombre escapó por el aeropuerto de ese balneario.

La historia y las declaraciones de funcionarios que estuvieron cerca, como la ex ministra de Inversión Extranjera Marta Lomas, muestran tácitamente en el video que la llave que abrió puertas fue el valor entendido de que el hombre estaba autorizado, que había orden de arriba y, por tanto, no tenía problema.

Como la mafia

El video hace notar en alguna imagen que el italiano saluda a un funcionario cubano besándole la mano, como la mafia.

El informe también sugiere interrogantes sobre cómo pudo llegar Conrado Hernández a un cargo como la representación comercial del gobierno del País Vasco.

Para ser empleado local de una entidad extranjera, Hernández tenía que ser autorizado por la instancia oficial correspondiente. Pero contra las normas, él fue el único candidato para el puesto y no pasó los requisitos que se ponen al común de los cubanos que intentan un trabajo de ese tipo, recuerda Lomas.

Las filmaciones sugieren que el italiano y Hernández se abrían paso invocando a su amigo Lage.