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Inauguran en el Munal una exposición con obras y documentos del caricaturista

Rescatan legado de Marius de Zayas y reivindican al artista mexicano

El también galerista promovió en Nueva York a Pablo Picasso y Diego Rivera, entre otros

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Candilejas, ca. 1910 , Imagen tomada del catálogo de la muestra del artista mexicano
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El día de campo, 1912, Imagen tomada del catálogo de la muestra del artista mexicano
 
Periódico La Jornada
Jueves 18 de junio de 2009, p. 6

El caricaturista, promotor del arte moderno en Nueva York y crítico de arte Marius de Zayas (1880-1961), ya está en el horizonte de la cultura mexicana, expresa el historiador Antonio Saborit.

La investigación que emprendió durante varios lustros culminó en Marius de Zayas: un destierro moderno, exposición que hoy será inaugurada, a las 19 horas en el Museo Nacional de Arte (Munal), en Tacuba 8, Centro Histórico.

La muestra está conformada por obras del artista y galerista mexicano, realizadas en carbón, así como viñetas, retratos y documentos varios.

También se incluye una selección de pinturas, grabados, fotografías y esculturas que fueron expuestas por De Zayas en sus dos galerías, Modern Gallery y Zayas Gallery, como los óleos La ópera ‘Messalina’ en Burdeos (1900-1901), de Henri de Toulouse-Lautrec; Catch-as-Catch Can (1913), de Francis Picabia; Naturaleza muerta (1912), de André Derain, y Naturaleza española (1915), de Diego Rivera.

Hallazgo de veta en Nueva York

Saborit comenzó a interesarse por De Zayas, “de manera casual, al encontrarme su nombre en libros que respeto, como la bibliografía que hizo Beltram Wolfe de Diego Rivera, así como el ensayo biográfico de Olivier Debroise sobre el artista en Montparnasse. Me preguntaba quién era ese mexicano que residió en Nueva York y que había sido al parecer tan relevante en la vida de Rivera.

“Al investigar en la biblioteca pública de aquella ciudad me encontré con una buena veta; la seguí y al cabo de unas semanas tenía buena cantidad de escritos de Marius, lo que había publicado en Camera Works, la revista de Alfred Stieglitz.

Allí empecé a seguir este hilo con ánimo de recuperar sus escritos. No sabía que además de galerista, también escribió bastante, y menos que había realizado una fabulosa obra como caricaturista.

Nacido en Veracruz, Marius fue hijo de Rafael de Zayas, abogado y periodista liberal, quien emigró a Estados Unidos en 1907 con su familia, debido a diferencias políticas con Porfirio Díaz. Marius jamás retornó a México, pues en 1923 solicitó su pasaporte en el consulado de Nueva York y le fue negado.

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Marius de Zayas, en 1914Foto Paul Burty Haviland
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Paul Burty Haviland y Marius de Zayas, ca. 1910, Imagen tomada del catálogo de la muestra del artista mexicano

En Nueva York, “se incorporó de manera brutal y entusiasta a la vida periodística y colaboró en The World –en México publicó en El Diario. A partir de allí desarrolló otra línea: caricaturas en carbón y grafito sobre un papel finísimo”, apunta el historiador.

De Zayas fue descubierto por Alfred Stieglitz, quien lo invitó a exponer en su galería, donde el caricaturista se quedó como curador principal. Inclusive, De Zayas se encargó de la primera exposición individual de Pablo Picasso en Estados Unidos. Tras abrir su galería en 1915, Diego Rivera expuso en ese sitio sus cuadros cubistas. Allí fue donde el guanajuatense apareció ante el horizonte de críticos y comentaristas de arte en Nueva York, en particular, Walter Pach, anota Saborit.

De Zayas, entonces, se involucró en el traslado del arte moderno a Nueva York.

Cora Falero, subdirectora de exposiciones del Munal, explica que De Zayas aprovechó la coyuntura de la Primera Guerra Mundial para llevar sus obras a su galería, porque en esos momentos París era abandonado por los artistas ocupantes del tradicional barrio de Montparnasse, lo que podría significar una caída en el mercado del arte.

Otra de las facetas del homenajeado fue el de ser autor de crónicas de la vida neoyorquina, entre 1910 y 1911. Asimismo, fue un ensayista brillante que reflexionó sobre el arte.

No obstante, en 1930 De Zayas decidió decir adiós a ese mundo e irse a vivir a un castillo en Grenoble, Francia, con su segunda esposa y dos hijos, donde los alcanzó la Segunda Guerra Mundial. Al regresar a Estados Unidos retomó una promesa que hizo en los años 30 a Alfred Barr, joven director del Museo de Arte Moderno, en Nueva York, de explicarle cómo había llegado allí el arte moderno. Saborit encontró ese manuscrito inédito en el archivo que conserva su hijo Rodrigo de Zayas, quien vive en Sevilla.