Opinión
Ver día anteriorViernes 12 de junio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Melón

Aclaración sin ofensas

A

unque tarde, desde aquí una felicitación para mis Pumas, y por supuesto para El Tuca, por el campeonato logrado recientemente, lo cual me tiene como niño con zapatos nuevos. Asimismo, un recuerdo cariñoso para los que ganaron el ascenso, a los que llamo mis campeones y estarán por siempre en mi memoria.

A propósito de recuerdos, tengo a Ciudad Juárez en lugar preponderante, frontera que conocí en mi primera gira artística, plaza importante para soneros y jazzistas, que los empresarios del antiguo Paso del Norte presentaban con orgullo para competir honrosamente con su gran calidad.

Desde luego había orquestas y músicos locales dignos de admiración. Recuerdo entre ellos a la orquesta de Roy Ramos, que contaba con Willy Guzmán al piano y hacía del scat una delicia; la de Efrén Contreras, hermano de Tino, con quien tuve la oportunidad de colaborar, y quien dirigió una banda de campanillas. Debo decir que esto fue en pleno auge del be-bop y, por supuesto, del scat.

Años después regresé y formé parte de la orquesta de Ray Montoya; encontré un ambiente musical tremendo, con figuras notables, como El Árabe y Cuco Valtierra; la aparición de Vitaminas y Max Cooper, entre los jazzistas; el conjunto sonero de Carlos Antonio Rosas con el magnífico Homero Jiménez, cantante y compositor de aquellita, así como un grupo con El Frijol y Fili Muñoz, que sonaba sensacional. Espero que muy pronto la situación cambie y juaritos vuelva a ser lo que fue.

No podía faltar la parte triste: el fallecimiento de Irv Greenbaum, ingeniero de sonido de Fania. A este señor de todos mis respetos le debo un agradecimiento inmenso por la ayuda que me proporcionó en las grabaciones que realicé con él. Descanse en paz.

Durante mi ya larga trayectoria he tenido la mala suerte de encontrarme con personas que creen que saben de esta música más que los profesionales y no quieren darse cuenta de que no es enchílame otra gorda. Por desgracia, algunos ocupan puestos en los que hacen daño, ya que forman opinión y el público suele irse con la finta.

Antes que otra cosa, debo aclarar que no es mi intención ofender, pero mi amor por la música me obliga a poner los puntos sobre las íes. No puedo soslayar errores garrafales por venir de un señor que es director de una difusora, productor de programas, que se supone, por lo menos, debe tener oído musical, no de artillero.

Todos los viernes y domingos sale al aire un programa que conduce Manuel Durán, en el cual he encontrado errores imperdonables. Le sugiero a Manuel que investigue, compare y trate de juzgar cómo son las cosas, en caso de que sea él quien verdaderamente programe. Si tiene un asesor, éste lo está mandando a la guerra sin fusil y el pagano es el público, que merece respeto y, sobre todo, veracidad.

El boogaloo que has presentado no es boogaloo. Te sugiero que escuches lo que grabaron Pete Rodríguez, El Conde, y Joe Cuba. Presentaste un número de Casanova, que utilizó cosas del Guayabero, y lo confundiste con El Conde, y lo más increíble: El cumaco de San Juan fue grabado por El Trabuco Venezolano, no por Irakere. Así que esto no es más que una aclaración que espero no te ofenda, pero las cosas son como son, y cuando las cosas son, no son más que como son las cosas.

Dicen que el tiempo pone a cada quien en su lugar; esto viene a colación, porque a mi regreso de territorio pecoso me entrevistaron en lo que fue Tropi-Q, donde expresé que, como ritmo, la salsa no existe. Entró de metiche un advenedizo, llamado Alejandro Zuarth, a contradecirme, pero resulta que en un programa de Ricardo Rocha reconoció que la salsa sólo es una etiqueta y, esto lo digo yo, ha servido para que la juventud se interese notablemente en esta música.

Gracias a Israel A. Sánchez Coll me entero de que India es un país devoto de la música salsa, según una nota escrita por Julia R. Arévalo, donde indios, sijs y musulmanes bailan salsa en Delhi, Bombay, Bangalore, Chennai, donde hay discotecas como Delhi Salsa Club –DSC–, Urban Pind (aldea urbana, en hindi), el Fashion Bar y es justo nombrar al venezolano Pedro Correa con 10 años de residir en India y organizar fiestas en un local llamado Tapas. ¡Vale!