En la ceremonia en que condecoró a los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina, el presidente Felipe Calderón aseguró: a nosotros nos ha tocado el honor de servir a México en circunstancias extraordinariamente adversas, que han implicado no sólo esfuerzos extraordinarios, sino los más variados riesgos, incluido el de perder la vida.

Sostuvo que para él y para los titulares de la Sedena, Guillermo Galván Galván, y de Marina, Mariano Saynez Mendoza, se trata de un verdadero privilegio servir a la patria en momentos tan singularmente difíciles.

Al recibir las condecoraciones de Perseverancia a la patria por 50 años de servicio, ambos funcionarios hicieron un reconocimiento al comandante supremo de las fuerzas armadas. Galván Galván señaló que el afecto de Calderón hacia las tropas es evidente y existe una muestra clara de empatía recíproca.

En el Campo Marte, rodeado por cadetes del Colegio Militar y de la Escuela Naval Militar, generales y almirantes, así como por la mayoría de integrantes del gabinete, Calderón impuso las condecoraciones a ambos secretarios, a quienes calificó de nuestros mejores compañeros.

Luego del toque de Diana y la interpretación de la pieza musical Batería Felipe Ángeles, el jefe del Ejecutivo federal destacó las lecciones de patriotismo y lealtad que estos dos grandes mexicanos han dado en medio siglo de servicio, que han sido clave para asestar fuertes golpes a las estructuras operativas de las redes criminales.

Aseguró que ambos son dignos herederos de aquellos mexicanos que se han distinguido por su abnegación. De Galván, destacó su trayectoria intachable, y del almirante Saynez Mendoza, su carrera como valeroso comandante de varias unidades de superficie, así como de diversas flotillas de la Armada de México.

Gracias al liderazgo de estos hombres de armas y al arrojo y empeño que día a día muestran los integrantes de las fuerzas armadas de México, aseguró, su gobierno ha decomisado cantidades récord de drogas, armas y dinero, y se ha capturado, como nunca, a delincuentes de la más alta peligrosidad.

El pueblo de México sabe que no ha sido fácil, que ha tocado a este gobierno enfrentar riesgos sin precedente y amenazas de la mayor envergadura. Sin embargo, aun en los más difíciles momentos, ha estado presente siempre la disposición y voluntad tanto del general Galván como del almirante Saynez para cumplir sin restricciones con su deber.

El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea han sido y serán una sólida columna de estabilidad y certidumbre en México, expresó Calderón.

Con la condecoración sobre el pecho, Galván expresó su orgullo porque es primera vez que la máxima autoridad castrense entrega la presea personalmente, e hizo un reconocimiento a Calderón, porque desde el primer día de su mandato expresó su firme propósito de mejorar las condiciones de vida de los militares en activo, en situación de retiro y de sus familiares.

Sostuvo que es satisfactorio contar con la guía de su mando supremo, con el que han vivido momentos que ponen a prueba su capacidad de reacción, temple y equilibrio. En su liderazgo encontramos una fuerza avezada para superar cualquier obstáculo y caminar por senda segura.

En cumplimiento de las instrucciones presidenciales, Saynez remarcó que han trabajado sin descanso para combatir la delincuencia y retomó el lema del gobierno, al afirmar que sólo hay un camino para que podamos vivir mejor: el de la legalidad.

De regreso a la residencia oficial de Los Pinos, el Presidente ofreció un desayuno a los secretarios de Defensa y de Marina y a sus cónyuges, que fueron acompañadas por Margarita Zavala, esposa de Calderón.