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Vecinos señalan que los embotellamientos y las bajas ventas en negocios son constantes

Insuficientes, las obras para mitigar afectaciones de la línea 12 del Metro

La presencia de un acueducto que surte al oriente del DF ha retrasado el proyecto

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Aspecto de las obras de construcción de la línea 12 del Metro, en el Eje 8 Sur y avenida TláhuacFoto Agustín Salgado
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Las unidades de transporte pasan junto a la zona de obrasFoto Agustín Salgado
 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de junio de 2009, p. 35

Las medidas de mitigación para reducir las afectaciones provocadas con la construcción de la línea 12 del Metro no han sido suficientes.

Uno de los frentes de obra más complicados es el de avenida Tláhuac y a pesar de que aún se está en la etapa de obra inducida, es decir, reubicación de servicios ya existentes como drenaje y red de agua potable, los embotellamientos vehiculares y la reducción de ventas en establecimientos mercantiles son constantes.

Las entradas a las unidades habitacionales han sido respetadas y los accesos a los centros comerciales se encuentran parcialmente abiertos, sin embargo, la polvareda y el sistema de bandeo (señalizaciones para detener el tráfico que realizan los empleados de las constructoras) provocan que trayectos que anteriormente se realizaban en menos de 45 minutos ahora tomen hasta una hora y media de tiempo perdido.

El tramo que va de Paseo Antioquía –una de las entradas a la colonia Lomas Estrella– hasta Canal de Garay se ha vuelto intransitable. La reducción de carriles y el constante movimiento de las retroexcavadoras provocan que los automóviles circulen a vuelta de rueda, denuncian vecinos.

A todas horas hay tráfico. El problema aquí es que hay pocas alternativas viales, refirió Antonio, vigilante de la unidad habitacional ubicada en el número 4549 de Tláhuac.

Los trabajos de la primera etapa de la línea del Bicentenario –la cual se pretende inaugurar en 2011–, cuenta con una complicación, la cual estaba prevista desde un inicio.

Paralelo al trazo de la arteria mencionada corre un acueducto que surte al oriente del Distrito Federal. Un ingeniero, responsable de un tramo de la obra, explicó que esa es la razón por la cual la obra inducida ha representado un mayor esfuerzo: si fuera únicamente el cableado telefónico, el drenaje y las tuberías menores de la red de agua potable, sería más rápido. Pero a partir de Ermita Iztapalapa está el acueducto por lo cual los trabajos previos tienen un mayor grado de dificultad.

Hay partes de la obra donde las excavaciones rebasan los tres metros de profundidad. Lo único que separa a vehículos y empleados de la construcción son las llamadas barreras de confinamiento y algunos trafitambos.

Hasta ahora no hemos tenido problemas. Los incidentes que han ocurrido fueron por la imprudencia de los automovilistas, pero no ha pasado de que arrastren alguna barrera en su intento por encontrar un espacio para avanzar. Ahí vamos, no hemos sido agredidos, nosotros tampoco lo hemos hecho y esperamos seguir igual, refiere el ingeniero de la empresa contratista.