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Palencia compartió la copa con la porra desde lo alto de la portería

El camino no es el dinero, sino apostar por la cantera: Narro

Bernal, tetracampeón puma, rasuró el mostacho al Tuca Ferretti

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Jaime Correa y Miguel Calero observan cuando el argentino Martín Bravo estrelló el balón en el posteFoto Ap
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Periódico La Jornada
Lunes 1º de junio de 2009, p. 4

Pachuca, Hgo., 31 de mayo. Sergio Bernal, capitán de Pumas, levantó la copa que acredita a los universitarios como campeones del torneo Clausura 2009, al empatar a dos tantos en la Bella Airosa, pero sumar 3-2 en el marcador global. El único que perdió algo fue el técnico Ricardo Tuca Ferretti, a quien el mismo portero le rasuró el canoso mostacho.

En el vestidor, donde estalló el festejo, el rector de la máxima casa de estudios, José Narro Robles, fue puntual al señalar que hoy es un gran día para ponderar los valores que defiende la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que son los esenciales, y este equipo los tiene: lealtad, trabajo, responsabilidad, entrega y compromiso... esto es bueno para México, es un ejemplo, porque es el camino: no el dinero, sino apostar por la cantera.

Entre la alegría a tope y los goyas que se coreaban, el máximo dirigente universitario destacó lo hecho por un grupo de jóvenes comprometidos con nuestra mística, para rematar: es un triunfo del futbol de nuestra institución y de México.

El presidente del club, Víctor Mahbub, quien se agregó a la algarabía del plantel, dejó en claro: estamos muy contentos con este triunfo. Lo sufrimos, pero la garra y la mística volvieron a dar frutos. Esta es una muestra de que el proyecto de la cantera, de juventud, tenacidad y visión, existe.

Bernal, quien recientemente cumplió 20 años en el máximo circuito y ayer se engrandeció al ostentar cuatro de los seis títulos que ahora poseen los auriazules, apenas tuvo tiempo para comentar las emociones que pasaron por su mente cuando recibieron el gol de Tuzos, que igualaba el marcador global, pero por fortuna llegó el triunfo.

Merecimos ganar, dijo Leandro

Pieza clave en el armado del conjunto felino fue Leandro Augusto, quien se dijo orgulloso de que el equipo ponga en alto el nombre y la grandeza de la UNAM. Nosotros en la cancha tratamos de hacer lo mejor, al igual que el trabajo del cuerpo técnico durante la temporada. El equipo lo mereció (el campeonato), porque durante toda la liguilla el cuadro sufrió, peleó todos los partidos y hoy ganamos a un gran equipo que fue el mejor en los números y el torneo, y merece una gran felicitación.

El zaguero paraguayo Darío Verón fue contundente al apuntar que el grupo se entregó hasta la muerte los 120 minutos y allí están la consecuencias.

Juan Francisco Palencia, quien pidió el trofeo para subirse a una de las esquinas de la portería y desde allí compartirlo con los seguidores universitarios en las tribunas, recordó que pese a que el equipo se brindó totalmente durante la temporada, la recompensa tardó un poquito en llegar, pero al final se hizo presente.

Emocionado y con la voz entrecortada, declaró que el tiempo extra lo sufrió desde la banca, pero eso sí, muy confiado en que la gente que estaba adentro tenía mucha capacidad.

Pablo Barrera, autor de la anotación que dio el título, fue escueto al apuntar que pese al nerviosismo que le produjo la prórroga, alcancé a meter el gol.

Dante López recordó cuando algunos no daban un peso por este grupo, y bueno, creo que justamente por eso sacamos el coraje, para ser ahora dignos campeones, y dedicó palabras de respeto a los oponentes, de quienes, dijo, fueron un excelente rival.

Israel Castro llamó a reconocer al gran grupo que hay, no solamente de jugadores, sino de la directiva, el cuerpo técnico, la UNAM, y el rector, que siempre estuvo apoyándonos, toda la comunidad universitaria, nuestra familia y la afición, es lo que se merecen.

El festejo también se disfrutó en la ciudad de México, donde, como se ha vuelto tradicional, ahora fue la afición de Pumas la que rodeó el Ángel de la Independencia, además de cientos de automovilistas que por varias calles hicieron sonar los cláxones para dar rienda suelta a la alegría del sexto título del equipo representante de la universidad más grande de América Latina.

Los más osados prometieron esperar, sin importar la hora, a que regresaran a casa los campeones. Así es que les esperaba una larga noche.