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Inversionistas castigarán al país por su billonaria deuda, prevén

Anticipan en EU otra crisis por el alza a rendimientos de bonos del gobierno
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de mayo de 2009, p. 22

Nueva York, 30 de mayo. La crisis financiera mundial podría mutar en una segunda fase, igual de virulenta, donde los costos de los préstamos suban nuevamente, entorpeciendo una recuperación inicial, debilitando a los bancos escasos de efectivo y castigando nuevamente a los inversionistas.

Señales de alerta temprana de este escenario incluyen un aumento en el rendimiento de los bonos del gobierno, una caída en el dólar, y el desvanecimiento de un mercado a la baja en las acciones de Estados Unidos.

Los optimistas esperan que un frágil repunte de dos meses en el mercado bursátil, un alza en los rendimientos de los bonos estadunidenses desde sus mínimos a finales de 2008 y algunos datos económicos menos sombríos señalan que la recuperación está a la vuelta de la esquina.

Pero los analistas más pesimistas insisten en que esa idea es ilusoria.

Una vez que la versión 2.0 de la crisis del crédito tome impulso, los inversionistas extranjeros podrían castigar a Estados Unidos por endeudarse en billones de dólares y rechazarán comprar su deuda hasta que los precios de los bonos caigan a precios mucho más baratos.

El primer indicio de esto es el aumento del rendimiento de la nota de referencia a 10 años a máximos de seis meses cercanos a 3.75 por ciento esta semana, ya que los inversionistas comenzaron a negarse a aceptar la cantidad récord de deuda que necesita el gobierno este año.

El Tesoro estadunidense planea vender cerca de 2 billones de dólares en nueva deuda este año para financiar un déficit fiscal de 1,8 billones de dólares.

Las fuertes ventas de activos denominados en dólares podrían provocar una verdadera crisis monetaria y el inicio de la creciente inflación, obligando a un alza en las tasas hipotecarias y en el rendimiento de los bonos corporativos, minando cualquier rebote en la actividad económica.

La crisis financiera es un espiral descendente, con dos vueltas, dijo George Feiger, jefe ejecutivo de Contango Capital Advisors en Berkeley, California.

Primero vino la crisis bancaria y una gran contracción del crédito, comenzando a mediados de 2007 y que resultó en el pánico bursátil de 2008, lo que provocó la más profunda recesión estadunidense en al menos dos décadas.

Demanda de ganancias

Una vez que se tiene una recesión se tienen pérdidas de créditos a la antigua, dijo Feiger. La segunda etapa son las consecuencias de la recesión masiva que ahora comienzan a aparecer, afirmó.

Los inversionistas, muchos de ellos extranjeros que poseen grandes montos del mercado de los bonos estadunidenses, han demandado constantemente mayores rendimientos.

El precio de los históricos rescates a los bancos, aseguradoras, manufactureros y a los mercados de valores, para prevenir una quiebra general del sistema ha significado montos de endeudamiento récord para el país.

Pero con la emisión de esa gran cantidad de deuda, Estados Unidos arriesga alejar a un comprador fundamental: los bancos centrales extranjeros, que poseen más de un cuarto de los bonos estadunidenses comercializables. Recientemente, China remplazó a Japón como el principal comprador.

“Estamos entrando en esa etapa que yo llamo ‘la venganza de los mercados’”, dijo Martin Weiss, presidente de Weiss Research Inc, en Jupiter, Florida.

El mercado atacó a cualquiera que tuvo activos tóxicos, afirmó.

Ahora, el principal objetivo de los inversores extranjeros es el gobierno estadunidense debido a que este ha comprado gran parte de los activos problemáticos de los bancos y algunas instituciones en quiebra, pero la liquidación pronto alcanzará a todos los activos denominados en dólares, predijo Weiss.

Según él, las ventas podrían llevar al rendimiento de referencia hasta 6 por ciento. Por ahora, el economista insta a los inversionistas a llevar su dinero hacia los bonos de menor vencimiento, que cuentan con menor riesgo.

Lo que pasó al final de este mes es el comienzo del fin de ese periodo de buena voluntad, dijo Weiss. Podría haber una gran liquidación en el corto plazo sobre el dólar.

Este mes, el euro ha avanzado cerca de 7 por ciento frente al dólar.

Por último, los rendimientos de los bonos corporativos, aunque aún se encuentran con un diferencial de rendimiento bastante amplio de más de cuatro puntos porcentuales por sobre las notas del Tesoro según datos de Merrill Lynch, subirán nuevamente, advirtió Weiss.

El índice de acciones S&P 500 podría caer a 500 puntos en esta siguiente fase de la crisis, añadió, desde unos 911 puntos del viernes.

Por otra parte, muchos economistas reconocen que el gobierno de Estados Unidos y la Reserva Federal han evitado una repetición de la Gran Depresión, al orquestar rápidamente rescates financieros y monetarios y los estímulos fiscales para compensar la baja en el gasto de los consumidores.

Sin embargo, algunos analistas temen que incluso cuando la economía y el sistema bancario de Estados Unidos luchan por recuperarse de dos años de turbulencias, los bancos de Europa estén aún más debilitados, aumentando las amenazas de que una segunda crisis sistémica mundial se difunda desde el otro lado del Atlántico hacia Estados Unidos.