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Recuerdan 120 años de su natalicio y 50 de su fallecimiento

Entrar en la obra de Alfonso Reyes, invitación constante en Bellas Artes
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de mayo de 2009, p. 9

Un llamado a incursionar o, en caso excepcional, releer la obra de Alfonso Reyes, predominó en la mesa que se celebró ayer en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, como parte de las actividades organizadas para conmemorar el 120 aniversario del natalicio y 50 del fallecimiento del regiomontano universal.

Para Minerva Margarita Villarreal, directora de la Capilla Alfonsina de la Universidad de Nuevo León, incursionar en la obra de Alfonso Reyes –mediante cualquiera de los 26 tomos de sus obras completas– es adentrarnos en una arqueología mayor, aquella que orienta su búsqueda hacia la materia y los bienes de lo invisible, y hace posible su existencia.

La poeta recordó el hallazgo de finales de noviembre de 2008: el borrador de un poema inédito del escritor y diplomático, encontrado entre las páginas de un libro del fondo Alfonso Reyes y al cual se tituló El buen paño en el arca se vende, por ser ésta línea su primer verso.

El poema no está fechado –puede ser de 1925– y su tema central es la publicidad. Villarreal apuntó que la voz de Reyes se alza para erigirse en una actual, crítica e irónica, que se eleva y pronuncia en medio de nuestra pasividad ante la invasión publicitaria y su claro propósito de reducir al ser humano al superficial mundo del mercado, como si éste fuera sinónimo de la misma existencia.

Jorge Ruedas de la Serna, investigador del Colegio de Estudios Latinoamericanos, habló de cómo en septiembre de 1957 Reyes escribió “una carta a su doble, en la cual hacía una cierta autocrítica a propósito de El deslinde (1944), su obra más ambiciosa”.

En ese escrito, Reyes sostenía que en 15 años se formaba una generación literaria, pero ya había pasado más de una década y debía preguntarse entonces sobre el olvido en el que cayó esa obra fundamental de nuestra teoría literaria, y que hasta el día de hoy sigue siendo muy poco estudiada.

La carta encierra dos posibles hipótesis para explicar ese olvido: una, atribuible a su factura, y otra a la incapacidad del público para separar la creación literaria de la crítica de literatura, anotó el catedrático.

Para llamar la atención sobre uno de los escritos más llenos de chispa y encanto del homenajeado, el ensayista y narrador Fernando Curiel se refirió a un texto en el cual –en tiempos de la Carrera Panamericana– Reyes relata el viaje que hizo en automóvil, en 1941, a la Universidad de California, en Berkeley, para recibir el grado de doctor honoris causa.

Alicia Reyes, nieta del escritor y directora de la Capilla Alfonsina de la ciudad de México, además de referirse a aspectos íntimos de su abuelo, anunció que el recinto, ubicado en Benjamin Hill 122, colonia Condesa, acaba de ser remozado.