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En el performance, movimiento constante de público y actores entre salas porfirianas

Venus Cabaret, puesta sadomasoquista de Niña Yhared, en la Casa del Lago

El espectáculo desestructura la realidad y la convierte en invitación al erotismo y la fantasía

Homenaje a los locos años 20 del siglo pasado, a los antros, el glamur y la sensualidad parisinas

 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de mayo de 2009, p. 9

Prefiero caer en las manos de una mujer sin virtud, inconstante y despiadada, que vivir una vida mediocre al lado de una dama egoísta y fría como un témpano. Si no puedo gozar plena y enteramente la dicha del amor, necesito apurar la copa del sufrimiento: ser maltratado y engañado por la mujer amada. ¡Cuanto más cruel, mejor!, así se expresa Severino, personaje de Venus Cabaret, título del más reciente experimento de la artista visual Niña Yhared, una de las performanceras más destacadas del país.

La afrancesada arquitectura de la Casa del Lago del Bosque de Chapultepec, recinto que en sus inicios fue el Automóvil Club –en tiempos de Porfirio Díaz–, devino escenario ideal para reponer el montaje de Venus Cabaret, que, desde el viernes pasado fusiona cabaret y performance.

En realidad, Venus Cabaret es un homenaje a los locos años 20, a ese ambiente de sensualidad y deseo que flotaba en los salones y antros de París; al glamur y las pieles; a la galantería y las ganas de divertirse, aseguró Niña Yhared en entrevista con La Jornada.

–El título está inspirado en La Venus de las pieles, de Sacher Masoch. ¿El tema del masoquismo no es algo fuerte para un espectáculo?

–Efectivamente, la inspiración viene de la novela de Leopold von Sacher-Masoch, que nos plantea la relación entre una bella mujer, Wanda, y Severino, un aristócrata impedido de amar, quien sólo obtiene placer si una mujer lo humilla y maltrata. Obviamente, el espectáculo toma la esencia de esta relación y nos propone un divertimento, un juego donde los papeles se intercambian, pero al final nos invita a reflexionar: ¿hemos vivido o estamos viviendo relaciones sado-masoquistas?

El significado

–¿Qué significó para ti reponer este espectáculo en la Casa del Lago?

–Después de que tuvimos mucho éxito con el montaje en el Centro Nacional de las Artes, en diciembre pasado, la invitación a reponerlo en la Casa del Lago me pareció sensacional, sobre todo por la bella atmósfera del inmueble y el marco del bosque y lago de Chapultepec, pero también por la posibilidad de seguir explorando con los personajes y sus acciones, pues la propuesta es una mezcla de cabaret y performance, donde el cuerpo es metáfora, sujeto y objeto de creación.

Es un espectáculo que desestructura la realidad para convertirla en una invitación a la fantasía y el erotismo.

–Cuéntame un poco más.

–En el aspecto musical están la canción francesa, el can can y el tango; también hacemos un homenaje a la bailarina y cantante Josephine Baker, con una canción interpretada por la extraordinaria intérprete peruana Ima Sumac, quien falleció el año pasado. En cuanto a las imágenes, me basé en el imaginario del cine expresionista alemán y el negro francés, pero también en los filmes de la época de oro del cine mexicano.

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La propuesta es una mezcla de cabaret y performance, donde el cuerpo es metáfora, sujeto y objeto de creación, dice Niña YharedFoto Yazmín Ortega Cortés

En el show se combinan el performance, la danza, el video y la música de piano. En esta nueva temporada acompañan a Niña Yhared el actor Juan Carlos Jiménez, Dulce Chiang (cantante), Ereni Amante (bailarina), Quetzal Belmont (performancera), Daniela Reza (actriz y bailarina), Édgard Gómez (actor) y Víctor Ochoa (pianista), y Luis Pantoja.

Transformación en el bosque

Los viernes y sábados por la noche, la Casa del Lago se transforma en un cabaret, con bailarinas, música y látigos.

¿Le gusta que le peguen en su casa?, pregunta la mujer a un incauto locutor de radio entre el público, sentado en una mesa, al lado del escenario. Él asiente con la cabeza, con cara de ‘espero que sea la respuesta correcta’.

La mujer lo sube al escenario y lo ata a una silla, donde se queda durante un rato. La bailarina lo provoca, se coloca en sus piernas y le acerca el asiento, que el joven, ya más animado, termina por agarrar.

Venus Cabaret, estelarizada por la actriz, performancera y artista visual Niña Yhared (1814) y estrenada el viernes pasado, tiene lugar en las dos salas porfirianas de la Casa del Lago del Bosque de Chapultepec, con sus intérpretes yendo y viniendo de un salón al otro y con el público en ambos.

El experimento está inspirado en La Venus de las pieles, escrito por el austriaco Leopold von Sacher-Masoch, y supuestamente basado en sus propias experiencias sadomasoquistas.

Desde que arranca el primer can-can hasta culminar con Gloria Gaynor, no hay momento para el respiro. Todo transcurre entre bailes en el escenario, fuera de él, y transmisiones en pantallas.

Mientras el público se toma un vasito de vino tinto, se entera de los momentos esenciales por las leyendas al estilo película muda, que pasan en las pantallas, como: Severino llega a Venus Cabaret y conoce a Wanda.

El público reacciona entre divertido e intimidado. Al final, algunos se suben a bailar al escenario con las bailarinas.

Venus Cabaret se presenta en Casa del Lago Juan José Arreola de la Universidad Nacional Autónoma de México, del 22 de mayo al 13 de junio, los viernes a las 20 horas y los sábados a las 19 horas.

La dirección es antiguo Bosque de Chapultepec, primera Sección. Teléfonos: 5553-6362 y 5211-6094. Costo de entrada: 150 pesos; para estudiantes, maestros y adultos mayores, con credencial vigente, el acceso es de 100 pesos.

Para mayores informes, se pueden consultar los sitios de la performancera y de la Casa del Lago: www.yhared.com y www.casadellago.unam.mx