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Presentó en Cannes Mapa de los sonidos de Tokio, con Sergi López y Rinko Kikuchi

En cine, la felicidad es muy poco fotogénica, dice Isabel Coixet

Entre aplausos, abucheos y rechiflas, hoy concluye el certamen

La cinta blanca, de Michael Haneke recibió el galardón Fipresci; antipremio a Von Trier, por la película más misógina

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El español Sergi López y la japonesa Rinko Kikuchi posan para la prensa durante la realización del certamen francésFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de mayo de 2009, p. 8

Cannes, 23 de mayo. Una de las constantes en el cine de la española Isabel Coixet es el sufrimiento amoroso, sobre todo a través del recuerdo de los ausentes. En esa estela se sitúa su sexta película, Mapa de los sonidos de Tokio, que hoy se presenta a concurso en el Festival de Cannes.

“No estoy todo el día con el látigo, ni sufriendo; ni sensible en la lluvia, como mucha gente cree –bromeó–, pero cuando amas a alguien hay una entrega que conduce al sufrimiento. Esas son las reglas del querer”, explicó.

Las familias felices no dan lugar a buenas películas. La felicidad es muy poco fotogénica, agregó la cineasta, quien explica que todos llevamos una mochila cargada de vivencias pasadas que marcan nuestro presente.

En este universo planea la referencia del novelista francés Patrick Mondiano por su forma de hablar de la influencia del pasado en la vida presente. Pero sobre todo, esta película es tributaria de las últimas páginas de On Chesil Beach, de Ian McEwan, reveló la directora.

Rodada en la capital nipona –igual que Enter the Void, del franco-argentino Gaspar Noé, cinta que se presentó ayer en competición–, Mapa de los sonidos de Tokio se centra en la historia amorosa de un español (Sergi López) que regentear una vinatería en Tokio, cuya novia se suicida. Tras la pérdida establece una conexión sexual con una desconocida (Rinko Kikuchi), contratada para asesinarlo.

En esta película hay influencias del cine asiático actual y resultan claros los guiños a Wong Kar Wai o los homenajes a los japoneses Hirokazu Koreeda y Naomi Kawase, ambos presentes este año también en Cannes.

Enamorada de los pequeños barrios de Tokio, Coixet reconoce que la capital nipona seduce, y las imágenes que ofrece el director de fotografía Jean-Claude Larrieu invitan a ello. “Tiene las voces del pasado, del periodo Edo, la cultura pop, las lolitas góticas. Tiene todo”, dice.

López, poco cinéfilo

Para Sergi López lo que engancha es la diferencia. Te sientes tan extraño que al cabo de dos horas estás integrado, afirmó el actor, quien es un asistente asiduo del certamen francés, donde saltó a la fama hace ya más de una década con Western.

El protagonista de El laberinto del fauno no conocía la filmografía de Isabel Coixet antes de esta película, lo que explica reconociendo que se ha encontrado haciendo cine sin ser profundamente cinéfilo ni tener muchas referencias de este quehacer.

La película, sin embargo, contiene una referencia indiscutible en el nombre de la vinoteca: Viridiana, un guiño a la cinta homónima de Luis Buñuel, el único director español que se ha alzado, precisamente con esa película, con la Palma de Oro.

Coixet, que debuta en Cannes, se disputa el premio con su compatriota Pedro Almodóvar (Los abrazos rotos), en un año en el que ha sido notoria la presencia española, con el estreno de Ágora, de Alejandro Amenábar, fuera de concurso.

Su cinta es la última en presentarse mañana y habrá que ver si se repite la gesta del año pasado, cuando resultó vencedora la película que se presentó al final del certamen, La clase, de Laurent Cantet.

Pasiones rotas y oportunidades perdidas se abocan en Mapa de los sonidos de Tokio. La cinta fue recibida por debajo de las expectativas y se llegaron a escuchar abucheos.

Antes se proyectó en el certamen Visages, del taiwanés Tsai Ming-Liang. Protagonizada por Laetitia Casta, es un homenaje a la obra de Francois Truffaut e incorpora a Jean-Pierre Léaud, quien hace 50 años asistió al festival con Les quatre-cents coups.

Ambas películas ponen punto final a una competición jugosa, con algunas de las figuras más relevantes del cine contemporáneo. El jurado lo preside la francesa Isabelle Huppert.

Presencia austriaca

En tanto, el director austriaco Michael Haneke fue distinguido hoy con el premio Fipresci –la asociación internacional de críticos de cine– por Das weisse Band (La cinta blanca), una de las favoritas para alzarse mañana con la Palma de Oro.

Rodada en blanco y negro, el director ambienta la perturbadora exploración de las raíces del nazismo en una aldea protestante del norte de Alemania, en 1913.

Haneke, quien también se llevó una mención del jurado ecuménico, ya fue distinguido en Cannes como mejor director por Caché, y ganó el premio del jurado con La pianista, cuya protagonista, Isabelle Huppert, preside el grupo que mañana dará a conocer al ganador de la Palma de Oro.

En la sección una cierta mirada, el premio de la Fipresci fue para Politist, adjectiv, del rumano Corneliu Porumboiu. Entre las secciones paralelas, quincena de los realizadores y la semana de la crítica, la distinguida fue Amreeka, de Cherien Dabis.

El jurado ecuménico otorgó su galardón a Loocking for Eric, de Ken Loach.

Además, entregó al danés Lars von Trier –a título individual y solidario– un antipremio por la cinta Anticristo, por ser la película más misógina del que se proclamó mejor director del mundo.

El Festival de Cannes se despide mañana con la breve pero intensa historia de amor entre la mítica diseñadora Coco Chanel y el compositor ruso Igor Stravinski, Coco & Igor, de Jack Kounen.

Concurso polémico

El Festival de cine de Cannes se inició hace doce días con la complaciente animación de Disney Up, pero una serie de malas críticas cerca del final muestran un cierre decididamente deprimente.

Las 20 películas de la competencia principal han sido abucheadas, aplaudidas y rechazadas debido a que la exigente audiencia no pudo ponerse de acuerdo en una o incluso en un puñado de películas sobre cuál merecía la codiciada Palma de Oro.

Ha sido muy dispar, dijo Jay Weissberg, de la revista Variety, poco antes de la ceremonia de cierre el domingo.

Había mucha expectativa, pero muy poca gente diría que los directores aquí han contribuido con sus mejores trabajos, añadió.

Otros tienen una visión más positiva, pero también destacan la falta de consenso.

En general es una buena selección en lo que respecta a todo el festival y un muy, muy buen nivel en lo que se refiere a la competencia, dijo Jean-Michel Frodon, editor de los Cahiers du cinéma, la referencia de la crítica cinematográfica francesa.

La competencia por la mejor película está muy abierta, pero el drama carcelario francés A Prophet, dirigido por Jacques Audiard, sería un ganador universalmente popular.

La directora neozelandesa Jane Campion, ganadora de la Palma de Oro en 1993 con The Piano, es otra de las personalidades favoritas, con Bright Star, como también lo es el español Pedro Almodóvar con Los abrazos rotos, además de Anticristo, de Lars von Trier.

Algunas de las películas peor criticadas del 2009 son de directores asiáticos, como Taking Woodstock, de Ang Lee.

La esperada cinta Inglourious Bastards de Quentin Tarantino, protagonizada por Brad Pitt y ambientada en la Segunda Guerra Mundial, dividió a las audiencias.

Sin embargo, su capacidad para atraer a algunas de las mayores estrellas estadunidenses de Hollywood a la alfombra roja proporcionó material a los medios de comunicación.