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Con Benedetti ha muerto una parte de la verdad de la vida, dijo el pintor a La Jornada

López Loza ingresó a la Academia de Artes; persiste en que sus cuadros simbolicen nuestro tiempo
 
Periódico La Jornada
Jueves 21 de mayo de 2009, p. 5

El pintor Luis López Loza (DF, 1939) ingresó el pasado lunes a la Academia de Artes.

Antes de recorrer su exposición Plenitud cromática, montada en el Museo Nacional de San Carlos, el artista pidió un minuto de silencio por el deceso del escritor uruguayo Mario Benedetti, ocurrido el domingo 17, ya que ha muerto en cierta forma una parte de la verdad de la vida.

López Loza expresó a La Jornada que Benedetti fue un gran poeta, que tenía una verdad absoluta: Nunca hizo concesiones de ninguna forma. Su obra realmente conservó una línea purista muy profunda. Su muerte me ha dolido mucho, porque no fue sólo el poeta, sino el hombre íntegro que se nos va.

Anunciado para el 6 de mayo, debido a la contingencia sanitaria el acto fue reprogramado en el recinto de Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera, sede de la Academia de Artes, en una ceremonia encabezada por Carlos Blas Galindo, presidente en turno, y Louise Noelle Grass, secretaria académica.

Gama cromática

Con el texto Anatomía de un tiempo creativo, Luis López Loza –quien ocupa el lugar dejado por Raúl Anguiano en la sección de pintura– analizó no sólo los elementos de composición de su obra, sino su parte emocional y “cómo el medio ambiente ha influido en mi quehacer artístico.

“Gran parte de mis momentos creativos han nacido de una nostalgia existencial que se ensombrece aún más en la búsqueda de la creación. Mi obra es una manera de reaccionar hacia la naturaleza de la vida. Nace de una pregunta elemental: ¿qué significa todo esto para el artista? No puedo mirar lo externo como algo prexistente y acabado, sino como una invitación hacia el azul infinito que me puede ayudar a la búsqueda de la belleza.

Todos estos pensamientos me sugieren ideas íntimas; van siempre más allá de lo que había esperado. Me llevan a imaginar montañas irreales y trato de ascender a ellas para hacerlas realidad. Entonces se suscita dentro de mí una gama cromática, algo que se fija a la memoria.

Crear formas perdidas que resguardan un misterio, éste es el deseo que me incita al trabajo constante, siempre acompañado de elementos conceptuales, continuó el también grabador y escultor.

El color deja de ser color y casi puedo escuchar los tonos y percibir el aroma que deja la pigmentación fijada a una tela. Sí, ése soy yo, el que está en busca de formas y colores, reveló.

El nuevo académico de número también recordó a sus mentores: Wolfgang Paalen, Juan Soriano, Gunther Gerzso y Jesús Reyes Ferreira. Al contestar el discurso de ingreso de López Loza, el artista Manuel Felguérez lamentó que ninguno de ellos haya pertenecido a esta academia.

López Loza, quien formó parte de la ruptura, se comprometió a que algún día mis cuadros sean leídos como si fueran poemas, signos que simbolicen nuestro tiempo.

Plenitud cromática, integrada por 40 obras, entre pintura, grabado y escultura, concluirá exhibición el 26 de junio.