Ciencias
Ver día anteriorJueves 7 de mayo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Tras una operación de 22 horas, remplazaron 80 por ciento de su cara en Cleveland

Pese a no ser bella, Connie Culp ahora puede respirar, oler, comer y sonreír

Su marido la desfiguró de un tiro; un equipo de cirujanos le trasplantó hueso, músculo, nervios, piel y vasos sanguíneos del rostro de una donadora recién fallecida

Foto
Su nueva fisonomíaFoto Ap
Foto
El equipo de médicos: de izquierda a derecha, Risal Djohan, Daniel Alam, Frank Popay y Maria SiemionowFoto Ap
The Independent
Periódico La Jornada
Jueves 7 de mayo de 2009, p. 4

Connie Culp sería la primera en reconocer que su rostro no es bello. Sin embargo, es mucho mejor que el que tenía. Cada rostro tiene su historia, pero la del de Connie es más extraordinaria que las de la mayoría.

El martes pasado salió a la luz pública por vez primera, luego de someterse al que se cree que es el trasplante de cara más extenso que se ha realizado en el mundo.

Hace cinco años su marido, Thomas, le disparó a la cara a corta distancia y dejó un boquete donde deberían haber estado la nariz y los labios. Los médicos reconstruyeron lo que quedaba en una serie de 30 operaciones, pero ella no podía comer, beber, oler ni respirar por sí misma… y los niños huían de ella aterrados.

En diciembre, un equipo de médicos de la Clínica Cleveland, en Ohio, resolvió ir un paso más allá. En una operación de 22 horas, remplazaron 80 por ciento de la cara de Connie con hueso, músculo, nervios, piel y vasos sanguíneos de una donadora que acababa de morir. Fue el primer trasplante de cara en Estados Unidos y el sexto en el mundo.

Logro médico

Puede que el resultado no sea perfecto, pero la señora Culp es la primera en expresar aprobación por este logro médico. “Creo que soy yo a quien vinieron a ver –dijo en una conferencia de prensa en la clínica–. Me parece más importante que se enfoquen en la familia donante, que me permitió tener el rostro de esa persona.”

Es posible que la expresión de la señora Culp sea un poco plana, pero puede volver a hablar, sonreír, oler y probar su comida. Según reportó una agencia de noticias, es difícil entender su habla y su cara está hinchada y cuadrada, con la piel colgando en grandes pliegues. Los médicos planean ir quitando capas conforme la circulación mejore y los nervios crezcan para dar movimiento a los nuevos músculos.

La paciente ha descubierto un nuevo papel: hacer campaña para cambiar nuestra cultura obsesionada con la imagen, que condena a personas como ella a una vida oculta en las sombras.

“Cuando alguien ha quedado desfigurado y no es tan bello como tú, no lo juzgues, porque tal vez nunca sepas lo que le ha pasado –expresó–. No juzgues a los demás porque su aspecto no es como el tuyo. Nunca se sabe: un día podrías perderlo también.”

Kathy Coffman, siquiatra de la clínica, relató que un día la señora Culp se enfrentó a una mujer y su hijo que iban de compras, luego que escuchó al niño decir a su madre: Me dijiste que no había monstruos, mami, pero allí está uno. Connie se detuvo y dijo: No soy un monstruo. Soy una persona que recibió un balazo, y sacó su licencia de manejo para mostrar al niño cómo era su rostro en otro tiempo.

Antes de esta semana no se habían revelado detalles de la identidad de la señora Culp ni de la lesión que sufrió. Ella y su marido tenían un negocio de pintura y mantenimiento en la pequeña ciudad de Unionport, cerca del límite con Pensilvania. El ataque ocurrió afuera de un bar, en 2004, y fue un milagro que sobreviviera. El disparo le hizo estallar la nariz, las mejillas, el paladar y un ojo. Cientos de perdigones de escopeta y astillas de hueso se le encajaron en la cara. Necesitó que le insertaran un tubo en la tráquea para respirar. Sólo le quedaron los párpados superiores, la frente, el labio inferior y el mentón. Luego de dispararle, el marido se dio un tiro, pero la herida no resultó fatal. Permaneció siete años en prisión.

Foto
Connie antes de recibir el balazoFoto Ap

Cuando Connie llegó a la Clínica Cleveland, dos meses después de la agresión, su cirujano plástico, Risal Djohan, le dijo que no estaba seguro de que pudiera arreglarle el rostro, pero lo intentaría.

En las 30 operaciones a las que se sometió, los médicos tomaron parte de las costillas de la paciente para construir pómulos y con uno de los huesos de la pierna elaboraron un maxilar superior. Retiraron incontables injertos de piel de sus muslos. El resultado fue una cavidad rugosa y sin nariz que no le permitía tomar alimentos sólidos, respirar por sí misma ni oler. Fue este pobre resultado el que llevó al equipo encabezado por la cirujana Maria Siemionow, quien durante años había planeado un trasplante de rostro, a decidirse por esa opción radical. En su momento ella explicó así sus motivos:

Hay muchos pacientes escondidos en su casa porque tienen miedo de salir a la calle. Nuestra paciente recibía insultos y humillaciones. Agotó todos los medios convencionales de reconstrucción, así que era la paciente indicada.

El procedimiento se llevó a cabo el 10 de diciembre, y ya en enero la señora Culp fue capaz de comer pizza, pollo y hamburguesas por primera vez en años. Le encantaba tomar café con galletas, añadió la doctora Siemionow.

El 5 de febrero fue dada de alta y ha regresado a atención periódica de seguimiento. Sólo ha sufrido un leve episodio de rechazo, que fue controlado con una sola dosis de esteroides. Debe tomar fármacos supresores del sistema inmune durante el resto de sus días, pero la dosis se ha reducido enormemente y ahora sólo necesita unas cuantas píldoras al día. Se calcula que el trasplante costó unos 250 mil dólares, menos que el costo de las docenas de operaciones separadas que de otro modo se habrían necesitado.

Connie tiene un hijo y una hija que viven cerca de ella, así como dos nietos, y ha dicho a los médicos que sólo desea volver a desaparecer entre la sociedad. No es probable que lo logre; su nueva celebridad lo hará difícil. Pero si las personas se detienen antes de juzgarla a ella y a quienes sufren desfiguraciones semejantes, considerará que ha obtenido una victoria.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya