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Buscan tener provisiones para evitar salir en los próximos días, aseguran

Amas de casa saturan autoservicios para comprar víveres y antibióticos

Se agotan las existencias del medicamento gabilor, recetado contra la influenza porcina

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En el tianguis del Iman, en Coyoacán, los puestos de comida se quedaron solosFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de abril de 2009, p. 43

Compras masivas de alimentos enlatados, agua embotellada, antibióticos, antigripales y tapabocas –que en la mayoría de las tiendas están agotados– se registraron ayer en varias tiendas de autoservicio. El temor a salir de los hogares e infectarse de influenza porcina provocó que cientos de amas de casa se volcaran a adquirir los alimentos que requerirán por lo menos en los siguientes 10 días. “Dimos tarjetazo, pues nos agarró a media quincena”, dijeron algunas entrevistadas.

Empleados de las cuatro principales cadenas de autoservicio, Wal-Mart, Soriana, Chedraui y Comercial Mexicana, informaron que de sábado a domingo aumentó más de 50 por ciento la afluencia de compradores.

Las noticias nos tienen temerosas y es mejor prepararse ante nuevas medidas de emergencia que dicte el gobierno, como no salir de las casas, por ejemplo, señalaron algunos padres de familia, que acudieron a hacer sus compras sin la compañía de sus hijos.

Otros, los menos, fueron con sus papás a adquirir la comida, leche y medicina que requieren para soportar estos días de aislamiento que se viven, ataviados con cubrebocas y sin permitir que tocaran la mercancía en exhibición y, en caso de hacerlo, de inmediato eran frotados con un gel limpiador o toallitas húmedas obsequiadas por los trabajadores de las tiendas.

Las medidas tal vez son extremas, pero tratamos de evitar cualquier brote del virus y que se vaya a propagar entre nuestra familia, comentaron algunos de Sam’s y Costco.

La ausencia de clientes, sin embargo, fue perceptible en los tianguis como los ubicados en la avenida Álvaro Obregón, en Sullivan, en San Felipe o en la colonia Doctores, donde los comerciantes decidieron retirar sus puestos alrededor del mediodía. Sí que hay miedo. Estuvimos peor que en Semana Santa, porque la gente decidió guardarse en sus casas y muchos de nosotros haremos lo mismo, señalaron vendedores.

En los mercados, los locales de venta de carne de cerdo lucieron vacíos. Desde el viernes no se paran ni las moscas. Y lo mismo sucedió en varios puestos y negocios de venta de carnitas, chamorros o chicharrón, que se quedaron con su mercancía.

Problemas en farmacias

Durante un recorrido por el norte de la ciudad se pudo apreciar que se vive una especie de sicosis por el nuevo virus, pues decenas de personas acuden a las farmacias y hospitales para tratar de encontrar medicamentos preventivos, así como cubrebocas.

Respecto del antiviral gabilor, que médicos particulares recetan para prevenir el contagio, no se encuentra fácilmente y su venta está limitada.

Lo mismo pasa con los cubrebocas, los cuales son casi imposibles de conseguir e inclusive los dependientes de farmacias remiten a la gente a los puestos donde el Ejército los distribuye.

Al mediodía de ayer se pudo observar a padres de familia, que acudieron a los hospitales públicos cercanos a su localidad, pero se encontraron con la sorpresa de que no hay cubrebocas.