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El músico presentará su reciente producción, Malafama, el viernes en El Péndulo

Siempre he defendido que hago pop, el cual no tiene que ser de ese facilón, dice Jorge Fratta
 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de abril de 2009, p. 9

Mientras Jorge Fratta viajaba como músico de Timbiriche en su gira de 25 años, iba tomando forma su más reciente producción. De ahí el nombre: Malafama (2008). “Este disco se hizo mucho en el trayecto de la gira; todo el proceso creativo se dio (mientras estaba) en este gran circo de ese grupo. Un poco la onda de Malafama es la contradicción de estar tocando en un grupo de este tipo –23 presentaciones en el Auditorio Nacional, una en el Foro Sol, canciones para niños, algunas para adolescentes, un millón de personas nos vieron– y a la vez estar haciendo un disco totalmente íntimo” y tocar su propia música en lugares con un público reducido, como El Péndulo y El Vicio.

La dicotomía de famas da nombre al disco. ¿Qué fama prefieres? ¿Ser famoso en el Foro Sol o famoso en El Vicio, para 20 personas?, planteó Fratta (usa su apellido como nombre artístico), en entrevista.

Para el músico, Timbiriche es un grupo “más encaminado por el mass media, por toda esta cosa de Siempre en domingo, pero que se sostiene por un catálogo de música pop excelente, (cuyas) canciones siguen vigentes, lo vi en escenario”.

Corte y confección

Malafama se fue cocinando en hoteles, camiones y salas de aeropuertos. Fratta tenía una carpeta en su laptop llamada Corte y confección: oía algo en el iPod, un loopcito, una partecita de bataca, lo cortaba e iba para Corte y confección, llegaba al hotel, abría la carpeta, y pegaba, porque era lo que podía hacer con la máquina, o ponía algún tecladito. Ya en casa, que quita esto y programa bien la batería, o hazlo tú con el bajo... Ya que oyes la canción no tiene nada que ver, pero partió de la necesidad: tienes tanto tiempo en un avión, en un hotel, que todos vamos con la computadora, aprovechando el tiempo.

Si bien la idea inicial del disco se cocinó en estos tiempos de espera, durante la grabación estuvieron invitados numerosos músicos, entre los que Fratta destaca a Juan Pablo Villa (voz). Con algunos lleva muchos años trabajando, como Julio Díaz (baterista de Santa Sabina), y con otros había querido colaborar desde hace tiempo, como la flautista María Emilia Martínez (Klezmerson). También participaron los guitarristas Alejandro Otaola y Santiago Ojeda (arregló e hizo instrumentación de Zafiro), los percusionistas Sr. González y Montserrat Revah, María Urtuzuástegui (voz), los saxofonistas Diego Maroto y Nacho Maldonado, Luis Ledezma (batería de Café Tacvba) y Juan Cristóbal Pérez Grobet (contrabajo), entre otros. Alix Bauer, ex integrante de Timbiriche y su nueva representante, hizo coros y participó en la edición del disco.

Siempre he defendido que hago pop, dijo Fratta. No tiene que ser de ese facilón, que no te pide ni te da nada. U2 es pop, Coldplay es pop. En la letra te ofrece mucho más que baila-conmigo-y-seamos-felices.

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Me encuentro entre un dilema sobre la fama, afirmaFoto Óscar Dávalos

Mientras lo componía estaba oyendo mucha electrónica, trip hop y hip hop. Y mucho jazz, que ha sido siempre la fuente de todo. Ahora estoy mucho más folky, y escucha a artistas como Elliot Smith y Nick Drake.

Al disco lo recorre “un poco lo de las malafamas, y, al fin de cuentas, una bitácora de viaje: su diseño tiene que ver con los cuadernos que hago, que voy pintando, (con) cositas, boletos, pases de abordar, pequeños detalles que refrescan la memoria y que acaban siendo el ‘querido diario’. Las canciones son momentos que me recuerdan el viaje de Motel (disco de 2003) hasta acá. Fue un disco de viaje hacia fuera y Malafama hacia dentro”.

Su relación con Timbiriche viene de hace años: grabó con Diego Schoening y Sasha Sokol en 1998, fue ingeniero de sonido de Botellita de Jerez y Mariana Garza participó en una obra de teatro con esta banda. Se ha ido de gira con Benny Ibarra. En la gira de Timbiriche tocó la guitarra, el bajo, los teclados e hizo coros.

Hay una edición especial de Malafama, de 100 copias, de pasta dura, con 30 hojas a colores, letras de las canciones y memorabilia.

Fratta, guatemalteco-mexicano (lleva décadas de vivir en el país), explicó: El camino que he tomado es que cada vez soy más mi disquera: produzco el disco, lo maquilo, voy a la tienda... tomé las riendas de decidir a quién se distribuye. El próximo paso es que tenga mi imprenta y los imprima. ¡Y luego ser como OCESA: poner la seguridad, las luces!

Me interesa que escuchen mi música

La Internet ha jugado un papel fundamental en su nuevo modo de hacer las cosas y vende su música vía iTunes y cdBaby.

No me interesa tanto vender discos, sino que escuchen la música. Está padre venderlos y que te alcance para hacer más, pero no es el rollo principal. (Lo importante) es quién te tiene en su iPod, cómo llega la música. Y si un disco puede ser para 20, que lo sea. Me gustaría verme en la piratería (hasta ahorita estoy en El Chopo y San Cosme). Un pirata no se va a piratear algo que no le compren. Es un termómetro muy bueno, dijo.

Fratta (www.fratta.com/wordpress/ y www.myspace.com/fratta) se presentará el 24 de abril, a las 21:30 horas, en El Péndulo (Hamburgo 126, Zona Rosa. Entrada: 150 pesos. www.pendulo.com), lugar, junto con El Vicio, que siempre me ha dado espacio, que no quiero perder; no quiero perder piso. También se presentará el 16 de mayo en el festival Vive Latino (Foro Sol. www.vivelatino.com.mx). Luego, a finales de mayo o principios de junio estará en Guadalajara y Monterrey.