Opinión
Ver día anteriorDomingo 19 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Racismo contra europeos

Desde Otras Ciudades
Foto
Camiones del sistema de transporte francésFoto Tomada de Internet
P

arís. En un autobús parisino, donde viajaba una treintena de personas hacia la medianoche del 6 de diciembre de 2008, cuatro jóvenes le sacaron la billetera a otro que iba adormilado colgado de la barra de sostén. Hecho desgraciadamente banal en cualquier ciudad contemporánea, pero que en Francia en general y en París en particular, tomó proporciones políticas considerables, de entonces a la semana pasada.

Pero esto no fue debido a que la cámara de video-vigilancia, que llevan todos los autobuses de la RATP (Red Autónoma de Transporte Parisino) grabó la escena donde se ve que, tras el intento de recuperar su billetera, la víctima fue golpeada por los cuatro asaltantes y que, tras bajar del autobús, volvieron a subir para seguir golpeándolo, sin intervención de los pasajeros ni del chofer.

Tampoco fue debido a que la grabación de la agresión fue enviada a la policía para la averiguación previa, ni por el hecho poco usual de que uno de sus agentes subió a Internet dicho video para mostrar a sus amigos las condiciones de su oficio, haciéndose acreedor a sanciones penales y disciplinarias por haber roto la confidencialidad de la investigación que arrojó la captura de tres de los asaltantes.

Quizá tampoco lo relevante fue que en 15 semanas cerca de 84 mil personas vieron y escucharon el video que, finalmente, fue retirado de la red por censura del Ministerio del Interior de Francia.

No, lo extraordinario fue que el atacado era un francés blanco y que los atacantes, del oscuro al negro, le llamaron francés cochino, por lo cual la reproducción del video se consideró incitación al racismo y, en efecto, fue difundido por el blog llamado Francés-de-origen, el primero de la diáspora de los descendientes galos, con el título Cacería de blanco en un bus, que recibió en unas horas cerca de mil comentarios indignados, a los que la extrema derecha no ha dejado de sacar jugo.

Pero mientras la blogósfera agita la calle, la clase política francesa banaliza el hecho, tanto el Partido Socialista y SOS Racismo, entre otros de la izquierda, como la derecha en el poder que no desea engordar el caldo a la extrema derecha en periodo prelectoral.

Yuriria Iturriaga, corresponsal