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Carlos Montemayor participó en la presentación de dos nuevos libros del activista y poeta

Cilia confirma que las luchas sociales del país no son actos de furia repentina
 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de abril de 2009, p. 4

La obra de David Cilia Olmos contiene congruencia, línea y coherencia, elementos que hacen al autor uno de los más valiosos aportadores de análisis y testimonios sociales, y contribuciones editoriales a la generación combativa que luchó, y sigue luchando, por cambiar este país, lo cual creemos imposible, pero lo transformaremos, expresó Carlos Montemayor.

El historiador y colaborador de La Jornada participó en la presentación de dos nuevos libros de Cilia, el poemario Clandestino en la ciudad y el volumen de cuentos Regiones de refugio, así como la cuarta edición del ensayo La máquina de destruir gente, acto que se realizó en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, plantel Del Valle, y que fue moderado por Enrique González Ruiz.

Más que sorpresa, para Montemayor la aparición de este material es una confirmación de que las luchas sociales en México no son el resultado sólo de una repentina locura o furia. Todos los procesos sociales que han afectado al país, y lo han ido impulsando a ser mejor, aunque a veces sin lograrlo, han contado con compañeros que no sólo saben luchar, sino que saben pensar, analizar, sentir, imaginar, intuir y escribir. En el caso de Cilia Olmos tenemos la concurrencia de muchos talentos.

La máquina de destruir gente, continuó Montemayor, es de un hombre también interesado, como muchos otros ex combatientes sociales de México, por la recuperación de archivos, memorias, testimonios y la consolidación de un acervo bibliográfico que nos facilite reconstruir y acercarnos a estos lectores sociales de transformación de México.

Clandestino en la ciudad, por su parte, es otro corredor subterráneo, que llega a esa máquina, que son los poemas escritos en la cárcel. Regiones de refugio, lo más reciente de Cilia Olmos, ya no forma parte de la cárcel como maquinaria de destrucción humana, pero sí de éstas regiones como ejemplo de la destrucción humana, de especies y de recursos naturales.

La periodista Laura Castellanos señaló que Cilia Olmos en su editorial independiente (Huasipungo) ha sacado textos que no sólo no son comerciales, sino que no encuentran fácilmente un público. Hay que reconocer su tenacidad y rescate de textos, que nos ayudan a comprender a éste México subversivo.

Aunque Cilia Olmos dijo no aspirar a ser poeta, también afirmó que la poesía es algo tan importante que no la podemos dejar en manos de los poetas. Preguntado por Castellanos, el activista aseguró que no fue en la cárcel, sino en la persecución, un periodo de reflexión, donde empezó a escribir Clandestino en la ciudad.

El poeta, profesor y militante del movimiento estudiantil de 1968, Leopoldo Ayala, aseguró que la única manera de entender la variada actividad de Cilia Olmos como editor, narrador, ensayista, guerrillero, preso y perseguido político, humanista, periodista y ahora poeta, es por medio del sentimiento, del camino de la poesía.