El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, partió ayer de México poco después de las 9.30 de la mañana rumbo a Trinidad y Tobago, donde asiste a la Cumbre de las Américas.

El mandatario estadunidense fue despedido por la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, y el embajador de México en Washington, Arturo Sarukhán, luego de cumplir una visita oficial de 21 horas en la que se entrevistó con su homólogo Felipe Calderón y se reunió con un grupo selecto de dirigentes políticos, empresarios, intelectuales, sindicalistas y líderes partidistas.

Obama también tuvo un encuentro con trabajadores de la embajada de su país en México, en el hotel de la zona de Polanco donde pernoctó la noche del jueves.

Como sucedió a su llegada al país, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cerró operaciones por más de media hora para permitir la llegada del helicóptero que transportó al mandatario desde el Campo Marte y la salida de su avión, el Air Force One.

Polanco, como antes

La normalidad de la vida cotidiana regresó a las calles de Polanco y la zona aledaña a la residencia oficial de Los Pinos luego de que se retirara el dispositivo de seguridad con motivo de la visita del presidente de Estados Unidos.

Desde las 7 de la mañana comenzó el retiro de las vallas metálicas en zonas como Reforma, el zoológico de Chapultepec y Los Pinos. Sin embargo, hasta después de las 9, una vez que Obama abordó un vehículo blindado que lo condujo del hotel Presidente al Campo Marte, la vigilancia aérea y los grupos de francotiradores se retiraron de Polanco.