Guadalajara, Jal., 15 de abril. En el campamento de Chivas no hay duda alguna: el clásico es un partido único que involucra más que tres puntos de cualquier juego, coincidieron jugadores, directivos y cuerpo técnico del equipo tapatío, contrario a lo externado por el timonel americanista Jesús Ramírez.

“Se juega el orgullo. Respeto mucho lo que diga el profe (Ramírez) pero para mí por la camiseta se juega mucho. En lo personal puedo decir que este encuentro es de vida o muerte. Estamos en casa y necesitamos ganar por nuestra gente”, afirmó Héctor Reynoso en conferencia de prensa al concluir la práctica en Verde Valle.

Habló del nervio de lo que significa un clásico. El día que ya no lo sienta no debo estar más en este equipo, y advirtió que como extra el triunfo metería al Guadalajara de lleno a la liguilla.

Los clásicos hay que ganarlos a como dé lugar: sin duda son ese tipo de partidos diferentes. Independientemente de cómo lleguen los rivales, son especiales y (en este) se juega más porque América es (adversario) del grupo, completó por su parte Mariano Varela, coordinador Deportivo de Chivas.

Aunque dijo respetar las instituciones y la opinión de su colega Chucho Ramírez, el técnico rojiblanco Omar Arellano Nuño enfatizó: tengo dos semanas a cargo del grupo pero para mí este partido es diferente. Así fui formado, así crecí, y el antagonismo está. Es un juego diferente para los muchachos, más allá de los tres puntos, y tiene un significado especial para mí.

Arellano, quien pertenece a una familia de tradición chiva, por ser hijo de un ex jugador y padre de otro en actividad, recordó también los tiempos cuando portaba la playera rojiblanca: “Me tocó la fortuna de jugar muchos clásicos y se viven de una manera diferente.

Estoy muy consciente, sé lo que representa para la gente de nosotros, la afición, nuestra directiva y familias.

Enseguida señaló que los juegos se ganan dentro de la cancha, por lo que ahora trabajan en la estrategia.

Pocas horas después de empatar sin goles con Lanús, de Argentina, el Guadalajara entrenó este miércoles en Verde Valle, con la presencia del dueño del club, Jorge Vergara, y Angélica Fuentes, directora de la empresa Omnilife.

La escuadra realizó ejercicios leves de coordinación y potencia física, para después sostener duelos interescuadras con su filial Tapatío, y finalizó con trabajo regenerativo y sesión de 40 minutos de yoga.

A escala futbolística el pronóstico del clásico es reservado. Las Águilas, que atraviesan una de las peores crisis de su historia, han quedado fuera de las pasadas tres liguillas, mientras Chivas marcha con mejor paso, considerando que ha participado en torneos internacionales (Copa Sudamericana y ahora en la Libertadores) pero está en noveno lugar de la tabla general y su nuevo técnico aún no convence a la afición.

De todos modos ya se agotaron las 56 mil entradas disponibles para el duelo del domingo, último Chivas-América que se jugará en el estadio Jalisco, ya que el Rebaño Sagrado prevé inaugurar su nueva sede en fecha próxima.