En México es urgente construir para la ciencia una nueva agenda que permita superar los rezagos en inversión, en la aplicación de métodos innovadores en la formación de nuevos especialistas y en el aprovechamiento de nichos de oportunidad para el desarrollo de nuevos saberes, afirmaron investigadores y científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del IPN.

Otro de los temas centrales fue la defensa del carácter laico de la ciencia, al considerar inaceptable que se apliquen obstáculos que no son científicos a la creación de nuevos conocimientos. Por ello, enfatizaron que el Estado debe participar activamente en la consolidación de los proyectos de investigación y aplicación de la tecnología, pero al mismo tiempo la comunidad científica debería aportar mejores mecanismos de innovación.

Durante el ciclo de mesas La ciencia en México: cuatro visiones, un mismo compromiso, Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la máxima casa de estudio, afirmó que es necesario fortalecer nuevos esquemas de vinculación entre la iniciativa privada y los desarrollos científicos, tarea para la cual, afirmó, las universidades no están preparadas, por eso deben crearse estructuras intermedias como los parques científicos, que vinculen a la ciencia con los problemas de la sociedad.

Déficit de inversión

En un balance sobre los retos que enfrenta la ciencia mexicana, Juan Pedro Laclette, presidente del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, afirmó que en nuestro país la inversión pública destinada a este sector no supera 0.3 por ciento del producto interno bruto, mientras que con la participación de la iniciativa privada, sólo se incrementa a 0.5 por ciento, muy por debajo de lo que invierten países desarrollados, o incluso otras naciones de Latinoamérica.

En el encuentro, al que también asistieron los investigadores Francisco Bolívar Zapata, Luis Herrera Estrella y Carlos Beyer, se destacó la necesidad de establecer una política de Estado que garantice el crecimiento de la ciencia y la tecnología ante una evidente falta de recursos, pero también alertaron sobre una planilla de investigadores envejecida, que no puede jubilarse porque las pensiones son absolutamente insuficientes, pues después de una vida de trabajo se ofrecen pensiones de 9 mil pesos, lo que hace prácticamente imposible el retiro.

De la Fuente calificó de alarma nacional el desmantelamiento del aparato de investigación del Instituto Mexicano del Seguro Social, destacó que se acabó con una de las áreas de investigación de mayor producción a escala nacional, incluso por encima de muchos institutos nacionales y universidades.

En tanto, María Esther Orozco, directora del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, destacó que en momentos de crisis económica, social y política, la ciencia, la tecnología y la innovación aparecen como una alternativa viable para poder empujar el desarrollo social.