Sociedad y Justicia
Ver día anteriorDomingo 15 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Deben terminar las quemas agrícolas

Importante incremento de incendios, prevén especialistas
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de marzo de 2009, p. 34

Las altas temperaturas ocasionadas por el cambio climático han puesto en alerta a las autoridades forestales y especialistas sobre el incremento de incendios que podría ocasionar este fenómeno.

Expertos calculan que para 2050 las conflagraciones pueden aumentar hasta 60 por ciento. Sin embargo, académicos y responsables de políticas forestales aseguran que este pronóstico se puede reducir con un cambio en el uso del fuego en zonas agrícolas.

Alfredo Nolasco, gerente del programa de protección de la Comisión Nacional Forestal, dijo que en México se han encontrado 14 agentes causales de incendios en dichas zonas, siendo el más importante el relacionado con actividades agropecuarias, que representa entre 40 y 45 por ciento de los 9 mil que ocurren cada año. El resto es ocasionado por fogatas de excursionistas, colillas de cigarro o tormentas eléctricas.

Lo que destaca es que 96 por ciento de los incendios forestales son provocados por factores humanos, y el resto por causas naturales, principalmente rayos. Lo importante es que en el contexto del cambio climático, la sociedad tiene una enorme responsabilidad de mejorar los esquemas educativos medioambientales.

Una de las principales causas de conflagraciones son las quemas agrícolas realizadas para preparar el suelo para la siembra. Esta actividad, de origen milenario, se realiza principalmente entre marzo y abril, coincidiendo con las temperaturas más altas y las épocas más secas del año.

María de Lourdes Villers Ruiz, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en cambio climático y ecosistemas forestales, propone sustituir esta actividad por la reincorporación de materiales secos en el suelo.

Una medida importante sería dejar de quemar los restos de la agricultura y removerlos con la tierra para que sirvan de abono para la siguiente cosecha.