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El nombre del lehendakari se conocerá hasta que concluyan las negociaciones partidistas

Histórico triunfo españolista en el País Vasco y en Galicia

Luego de 4 años, el conservador PP arrebata el poder a socialistas y nacionalistas gallegos

Por primera vez no contendieron partidos de la izquierda nacionalista, con excepción de Aralar

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Alberto Núñez Feijóo, candidato del conservador Partido Popular que ayer logró recuperar el gobierno de Galicia. Al centro, Juan José Ibarretxe, el presidente vasco en funciones que aspira a su cuarta relección, dijo que en virtud de los resultados electorales, el PNV hablará con todas las fuerzas políticas; Abajo, Patxi López, del partido Socialista de Euskadi, la segunda fuerza más votada en el País VascoFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 2 de marzo de 2009, p. 28

Madrid, 1º de marzo. Las elecciones autonómicas del País Vasco arrojaron hoy un resultado inédito en la historia de la región: por primera vez el Parlamento vasco tendrá una mayoría de los llamados partidos españolistas o constitucionalistas, que suman los 38 escaños que dan la mayoría absoluta, a pesar de que el gobernante Partido Nacionalista Vasco (PNV) obtuvo mejores resultados que en las elecciones anteriores, con 30 diputados. En Galicia, la otra comunidad que celebró su jornada electoral, el derechista Partido Popular (PP) recuperó el poder con mayoría absoluta, al obtener 39 de las 75 curules del Parlamento.

Con una participación electoral de 65.87 por ciento, cuatro puntos menos que en los comicios de 2005, el PNV fue la formación más votada, con el respaldo de 38 por ciento de los electores, lo que se traduce en 30 escaños en el Parlamento regional.

La segunda fuerza más votada fue el Partido Socialista de Euskadi (PSE), que registró un incremento sensible respecto de los últimos comicios, al pasar de 18 a 24 diputados. El derechista Partido Popular (PP) logró 13 diputados, dos menos que en 2005, mientras que Eusko Alkartasuna (EA) pasó de siete diputados a dos, con lo que se convirtió en una de las dos formaciones derrotadas, junto a Ezker Batua (EB), que pasó de tres a un escaño.

El partido abertzale (nacionalista) Aralar, que surgió tras una escisión de Batasuna y que se desmarcó de la violencia de la organización armada ETA, obtuvo un resultado histórico, al pasar de uno a cuatro diputados. Finalmente, el partido Unión Progreso y Democracia (UPyD) logró un diputado.

Con estos resultados, la coalición que gobernaba hasta ahora –PNV, EA y EB– perdería la mayoría absoluta y, por lo tanto, la posibilidad de repetir el pacto de gobierno.

Dos posibilidades

de gobierno sobre la mesa

Esto significa que hay dos posibilidades sobre la mesa y ambas dependerían sobre todo de lo que decidan los socialistas vascos: que el candidato Patxi López firme un pacto con el PP –su rival más antagónico en el resto del Estado– y con UPyD, con lo que sumarían entre las tres formaciones los 38 diputados que dan la mayoría absoluta.

La otra posibilidad es que el PNV y el PSE restablezcan el acuerdo de gobierno que tuvieron en la década de los 80, con lo que tendrían 54 de los 75 diputados del Parlamento.

En cualquier caso, los resultados electorales hicieron historia porque es la primera ocasión que se rompe la tendencia del aumento de los votantes nacionalistas. Es decir, que los denominados partidos españolistas –PSE, PP y UPyD– tendrían por primera vez la llave de Sabin Etxea, la sede oficial de la presidencia del gobierno vasco. Todo dependerá de las negociaciones que se abran a partir de ahora, con lo que el nombre del futuro lehendakari se conocerá hasta entonces.

El presidente vasco en funciones, Juan José Ibarretxe, que aspira a su cuarta relección, aseguró que en virtud de los resultados hablarán con todos, ya que al partido le corresponde abrir las conversaciones con los otros grupos políticos; vamos a poner en marcha, en cuanto sea posible, las instituciones de este país.

El candidato socialista, Patxi López, advirtió a su vez que se ha acabado el tiempo de los frentes, se ha acabado el tiempo de la bronca y la exclusión. La sociedad vasca ha dicho que quiere acuerdo y diálogo entre diferentes. Así que con estos resultados me siento legitimado para liderar el cambio y no renuncio a presentar mi candidatura y recabar los apoyos para ser presidente del gobierno vasco.

Se da la circunstancia además de que estas fueron las primeras elecciones en las que no hubo participación ni ninguna formación política señalada por la justicia española como del entorno de ETA, tras las sucesivas ilegalizaciones de Batasuna, el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), Acción Nacionalista Vasca (ANV), Democracia 3 Millones (D3M) y Azcatasuna.

Precisamente, para protestar por esta situación se movilizaron centenares de personas durante la jornada electoral, de las cuales 41 fueron detenidas. El periódico vasco Gara aseguró que, según una proyección electoral, la formula ilegalizada por los tribunales españoles habría obtenido algo más de 100 mil votos y siete escaños, lo que fue confirmado más tarde por la autoridad electoral.

Cuando López acudió a votar en una casilla de Bilbao, un grupo de simpatizantes de los partidos de la izquierda abertzale proscrita protestaron con carteles que decían Democracia cero y No a la situación de excepción. Los manifestantes le gritaron: Patxi fascista, tú eres terrorista y ¿Dónde están nuestros derechos?

Al contrario que en el País Vasco, en Galicia los resultados electorales fueron contundentes: el derechista PP recuperó el poder, después de pasar cuatro años en la oposición, al lograr una mayoría absoluta de 39 escaños.

Las dos formaciones que gobernaban desde 2005, el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) sumaron entre las dos 36 diputados.

El gobierno del bipartito duró cuatro años. Los electores gallegos decidieron quitarles la confianza y devolvérsela a la formación que ha gobernado la región en los últimos 40 años, el PP.

Galicia, una de las regiones más pobres y con peores infraestructuras del país, estará gobernada a partir de ahora por Alberto Núñez Feijóo, un político joven que sustituyó en la dirección del partido a Manuel Fraga Iríbarne, el fundador del PP y ex ministro del dictador Francisco Franco.

Feijóo prometió un gobierno de todos, al tiempo que agradeció la felicitación del principal derrotado de la jornada, el socialista Emilio Pérez Touriño, quien se limitó a decir que tomarán nota de la derrota.