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Sarkozy y Berlusconi firman acuerdo; la primera planta, en funciones antes de 2020

Ayudará el gobierno francés a Italia en la construcción de cuatro centrales nucleares

Tras Chernobil, en 1987 los italianos votaron en referendo cerrar todas sus instalaciones atómicas

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El presidente Nicolas Sarkozy (izquierda) y el premier Silvio Berlusconi, en Roma durante una rueda de prensa luego de la firma de los acuerdosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de febrero de 2009, p. 28

Roma, 24 de febrero. El primer ministro de Italia, el derechista Silvio Berlusconi, consiguió hoy la ayuda de Francia para la construcción de centrales atómicas, con lo que Roma volverá a la energía atómica 21 años años después de que fue prohibida en este país.

El grupo de energía italiano Enel y el francés EDF firmaron un acuerdo para desarrollar, construir y poner en funcionamiento para Italia al menos cuatro reactores nucleares de tercera generación del tipo europeo de agua a presión.

El acuerdo se inscribe en el contexto de un pacto de cooperación en el área nuclear firmado en Roma por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, que abarca desde la investigación hasta el tratamiento de los desechos nucleares y la construcción de centrales nucleares.

La primera planta deberá comenzar a funcionar antes de 2020, con lo que Italia regresa, tras dos décadas, a la producción de energía nuclear, como se anunció en mayo del año pasado.

Estamos dispuestos a ayudar masivamente a Roma para que retorne a la energía nuclear, dijo Sarkozy, y prometió a Berlusconi colaboración ilimitada.

Queremos que la energía nuclear se convierta en una cuestión europea porque es la clave para el desarrollo, destacó durante una conferencia de prensa.

El acuerdo cubre todos los aspectos de la política energética nuclear, explicó el ministro de Industria italiano, Claudio Scajola. Entre otras cuestiones, incluye temas de seguridad energética, cooperación técnica, desmantelamiento de reactores viejos y cooperación con terceros países.

El conservador gobierno de Berlusconi anunció poco después de volver al poder, en mayo de 2008, su intención de construir centrales nucleares; en 1987, un año después de la catástrofe de Chernobil, en Ucrania, los italianos votaron en referendo el fin de la energía nuclear en su país.

Berlusconi esgrimió en rueda de prensa el argumento de que el país necesita reactores para garantizar sus necesidades energéticas, toda vez que Italia depende notablemente de las importaciones de energía de Rusia y Argelia.

De esta manera, Italia, que quiere que 25 por ciento de la electricidad que produce provenga de la actividad nuclear, reducirá su dependencia del gas y el petróleo.

Suecia, que en un referendo efectuado en 1980 votó en favor de cerrar gradualmente sus instalaciones nucleares, planea ahora levantar la prohibición, mientras que Gran Bretaña prepara planes para reformar su centrales.