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Feria del libro de minería

Su obra lírica, arma que no renuncia a lo estético: Aguilera López

Rinden homenaje al poeta Enrique González Rojo por su 80 aniversario
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de febrero de 2009, p. a11

El poeta Enrique González Rojo Arthur ha enhebrado con metáforas un discurso lírico ahíto de experimentaciones formales que no ha menguado su capacidad de transmitir sentido, emociones y experiencias vitales, señaló el investigador Jorge Antonio Aguilera López en el homenaje al autor de Para deletrear el infinito, con motivo de su 80 aniversario natal, que se realizó en la edición 30 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

En el Salón de la Academia de Ingenieros, Aguilera López destacó que el autor mexicano –quien no asistió al homenaje por motivos de salud– ha creado en sus lectores el sentimiento de disfrutar un poeta deslumbrante y comprometido.

Su obra resulta irónica, mordaz, humorística, pero siempre ilustradora. Porque en él encontramos la cada vez más difícil praxis estética que no rehúye lo coloquial por aparentar una complejidad que puede devenir artificio fatuo, porque en su obra convive la vida cotidiana con la reflexión filosófica en su sentido primigenio: el asedio incoercible de la verdad.

Durante el homenaje, la investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Edith Negrín; el poeta sinaloense Mijail Lamas, y Aguilera López, abordaron la producción de González Rojo, que incluye más de 30 obras (poesía, narrativa y ensayo), y al menos 15 de filosofía.

Los ponentes coincidieron en señalar que la creación del poeta ha contribuido en la transformación del estado lamentable de nuestra cultura.

Su creación lírica es arma de combate que no renuncia a lo estético, su obra teórica es revisión crítica que parte de un rigor del pensamiento. Es un trabajador intelectual consciente de sus deberes, tanto morales como materiales, expresó el investigador de la UNAM Jorge Antonio Aguilera López.

Edith Negrín destacó que González Rojo, al igual que los cantores del México antiguo, siempre tiene presente al pueblo, a los marginados y a los oprimidos. Conoce la historia, la naturaleza y la sociedad. Como los artistas antiguos, descifra el infinito a través de una alternancia de metáforas.

La investigadora recordó que para el historiador Miguel León Portilla, González Rojo posee rectitud, valentía con su público, con su libertad, con su creación y solidaridad creadora.

Respecto del quehacer poético del homenajeado, Aguilera López señaló que González Rojo, junto con Marco Antonio Montes de Oca, Eduardo Lizalde y Arturo González Cossío, buscó hacer del poeta y crítico una dualidad indisoluble, que los llevó a postular tres principios poeticistas: la originalidad, la complejidad y la claridad.

Asimismo, detalló que en el poema Cuando la pluma toma la palabra, que abre el primero de los tomos de su libro Para deletrear el infinito, se muestra la intención estética y programática de la obra mediante otro cliché: la aguja y el pajar: El poeta-aguja reconoce la titánica tarea que está por iniciar, el deseo de tematizar en sus versos la totalidad de posibilidades que la realidad ofrece.

Sobre la militancia del poeta en el Partido Comunista Mexicano, el investigador aclaró que González Rojo no renunció a su trabajo estético en aras de la propaganda. Siempre ha estado en el ala más radical: aquella que no renuncia al arte en beneficio de la ideología, sino que, desde la creación artística, promueve el compromiso militante.

En su intervención, el poeta sinaloense Mijail Lamas se refirió a la Oda a la goma de borrar, del libro Por los siglos de los siglos, donde González Rojo asume que el poeta verdadero, el grande, el profundo poeta, debe saber oír más las palabras de su goma que las del artefacto con que escribe. También recordó las reflexiones que otros autores han construido sobre su labor poética.