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Peligró la filmación de Backyard
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de febrero de 2009, p. 8

La violencia que atemoriza a la población de Ciudad Juárez, con el mayor índice de asesinatos del país, también amenazó el rodaje de la nueva película del director de El crimen del padre Amaro, Carlos Carrera, estrenada este fin de semana.

Nos dijeron que no fuéramos a Juárez con una serie de mensajes raros. Dejaron 'regalitos' a alguna actriz, dijo Carrera, en entrevista con la Afp, sobre el rodaje de su filme Backyard-El traspatio.

Uno de esos regalitos fue una cabeza de cerdo enviada a una de las intérpretes que posteriormente renunció, según explicaron fuentes del ayuntamiento de Ciudad Juárez.

El cineasta no reveló el nombre de la actriz coaccionada, pero desde luego no fue la mexicana Ana de la Reguera, protagonista de esta cinta que aborda los feminicidios de Ciudad Juárez y que próximamente se estrenará en toda América Latina.

Esta localidad vive una ola de violencia sin freno que dejó en 2008 más de mil 650 asesinatos y que se recrudece sin parar. El martes el número dos de la Policía Municipal fue ejecutado y su superior tuvo que dimitir el viernes bajo la amenaza del crimen organizado de asesinar a un agente cada 48 horas.

Los regalitos y esta atmósfera de violencia causaron ciertos episodios de paranoia durante el rodaje, según el director.

En una ocasión, el chofer de su camioneta anunció que eran seguidos por un coche. El chofer se desvía, pero el coche continúa detrás. Al final, un miembro de nuestra seguridad iba a bajar con su arma y resultó que el coche era de los extras que nos seguían porque no sabían dónde era la locación, relata Carrera.

Backyard-El traspatio transcurre en 1996, cuando el eco de los centenares de asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez empieza a escucharse en todo el mundo.

La cinta, escrita por Sabina Berman, retrata la corrupción de autoridades políticas y policiales, contagiadas por la desidia a la hora de enfrentar una tragedia que las sobrepasa.

El costo de producción fue de 3 millones de dólares, con fuerte inversión en seguridad, porque durante el rodaje, “empezó este fenómeno de ejecuciones diarias de narcos contra policías”, explicó el director.