Diputados del PRD y del PT promoverán un juicio político contra el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Luis Téllez, dada su responsabilidad en el delito de encubrimiento, al conocer que el erario fue malversado por Carlos Salinas.

Por su parte, el grupo parlamentario del PT en el Senado presentará una denuncia ante la Procuraduría General de la República en contra de Téllez por tráfico de influencias, uso indebido de la función pública, declaraciones falsas y obstrucción de la justicia, informó Ricardo Monreal.

Resaltó que es claro que Téllez trató de beneficiar a la empresa Axtel y la ex subsecretaria Purificación Carpinteyro a otra telefónica, lo cual es reflejo de los intereses privados que ambos defienden y de la descomposición acelerada e imparable en el gabinete de Felipe Calderón.

Sin embargo, el presidente del Senado, Gustavo Madero, advirtió que detrás de las filtraciones y acusaciones contra el titular de la SCT hay una embestida orquestada por fuertes intereses económicos y políticos, con la finalidad de descalificar al equipo del presidente Calderón Hinojosa. No quiso dar más datos, sólo aludió al fuego muy enemigo.

Empero, el diputado perredista Emilio Ulloa y el petista Silvano Garay anunciaron que el procedimiento para someter a Téllez a juicio político se iniciará la semana próxima, una vez que entreguen la solicitud ante la secretaría general del órgano legislativo.

Ulloa sostuvo que Luis Téllez ha evidenciado con sus actividades que “es un violador compulsivo de la ley y de las normas elementales de la ética profesional. Las evidencias son tan claras que lo ubican en una posición bochornosa que no desea aceptar, y que cada día se le complica más.

Esas circunstancias lo ubican como un delincuente que deberá ser sometido a un proceso político, porque aceptó explícitamente que él sabía del desvío de recursos públicos al bolsillo de Carlos Salinas de Gortari. ¡Eso es intolerable! Además, es injusto para un pueblo que día tras día padece las erróneas decisiones de los gobiernos del PRI y ahora del PAN.

También su compañero de bancada Juan Guerra Ochoa se refirió con dureza al escándalo de las llamadas telefónicas.

“Esto ya se hizo un lavadero. Creo que es penoso decir lavadero, porque ni siquiera en las lavanderías ni en ningún lado que se comadrea o se platica se llega a ese nivel de descrédito, de vergüenza, de un secretario metido en tantos líos.

Imagínese, si se graban entre ellos, ¿a quién no podrán grabar en este país? Se graban, se ponen zancadillas. Creo que, por decencia, Téllez ya debería haber renunciado. Tiene que retirarse.