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Hicieron los depósitos a través de una casa de bolsa en Houston, explica la CNBV

Sin garantía, fondos de mexicanos que invirtieron con Stanford

En Washington circulan versiones que ligan al propietario de la firma con el cártel del Golfo

Autoridades creen que los operadores en México captaban recursos para invertir fuera del país

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El multimillonario texano Allen Sanford durante una entrevista en Miami, en mayo del año pasadoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 20 de febrero de 2009, p. 16

Decenas de inversionistas mexicanos que confiaron recursos a Stanford Fondos, cuya matriz estadunidense fue intervenida acusada de realizar operaciones fraudulentas, hicieron los depósitos a través de una casa de bolsa en Houston y por tanto no cuentan con ninguna garantía en México, aseguró la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Mientras tanto, en Washington fueron difundidas versiones, basadas en presuntas fuentes oficiales, que caracterizan al propietario de la firma, el multimillonario Allen Stanford, como un lavador de dinero para el cártel del Golfo, uno de los más violentos que operan en México.

La CNBV rechazó este jueves haber congelado los recursos de Stanford Fondos, nombre de la filial aquí de Stanford Financial Group, mientras se completaban tres días en que los inversionistas que entregaron recursos atraídos por el espejismo de altos rendimientos seguían sin poder disponer de su dinero. Hasta finales del año pasado, Stanford distribuyó en México acciones de sociedades de inversión por 643.8 millones de pesos, de unos 3 mil 200 clientes, actividad para la que sí contaba con autorización de la Comisión Bancaria, el organismo regulador del sistema.

Las autoridades mexicanas creen que los operadores en México de Allen Stanford, encabezados por David Nanes y Rafael Ortiz, quienes hasta ayer seguían sin dar la cara ni responder peticiones de información de la prensa, además de las operaciones para las que contaban con autorización captaban entre sus clientes aquí recursos para ser invertidos fuera de México, para lo que no contaban con permiso.

Sólo que había un gancho que, como suele suceder en este tipo de tramas, despierta la ambición de personas que creen en el dinero fácil. Stanford Fondos ofrecía rendimientos superiores en 20 por ciento al índice de sociedades de inversión de deuda, muy por arriba de las tasas de interés de referencia, menores a un dígito.

Queda claro que muchos inversionistas mexicanos tienen cuentas con la casa de bolsa (de Stanford) en Houston, aseguró ayer Guillermo Babatz, presidente de la CNBV, en declaraciones a la periodista Carmen Aristegui.

Posteriormente la CNBV informó que había iniciado una investigación para saber si Stanford Fondos había captado recursos para invertirlos fuera de México. El organismo pidió a clientes de esa empresa financiera acercarse a la autoridad y ofrecer toda la información de que dispongan, en especial los contratos de inversión.

El martes pasado, la Comisión de Valores en Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) comunicó el ejercicio de acciones legales en contra de Stanford Group (casa de bolsa autorizada por la SEC) y Stanford International Bank, con operaciones en Houston, Texas y Antigua, respectivamente, así como contra sus accionistas y algunos de sus funcionarios, a los que acusa de operaciones fraudulentas que según los últimos registros pueden llegar a 9 mil 200 millones de dólares.

Ante las acciones ejercidas por la SEC, un juez de distrito estadunidense nombró a un interventor para las entidades bajo investigación de Stanford Group para la administración de sus activos. Adicionalmente, emitió una orden para congelar los activos de estas empresas en territorio estadunidense.

Stanford fue encontrado ayer en Virginia, Estados Unidos, por autoridades federales, quienes le notificaron de las acusaciones en su contra, pero no lo detuvieron.

Un comunicado de Stanford Fondos, colocado ayer fuera del edificio donde tiene sus oficinas en el barrio de Polanco, aseguraba ayer que las oficinas se encuentran abiertas y la operación funcionando, aunque para ofrecer información remitía a números de teléfono en Houston y Antigua, un paraíso fiscal en el Caribe.

Algunas de las personas que tenían recursos depositados en ese distribuidor de fondos de inversión lograron ingresar al edificio, pero a la salida no tenían clara la respuesta que más les interesa obtener: cuándo podían retirar su dinero, según comentaron varios de ellos a este diario.

Más acusaciones

Un despacho de la agencia Reuters divulgado el miércoles pasado citó un reporte de la cadena estadunidense ABC News según el cual la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) han estado investigando si el multimillonario Allen Stanford estuvo involucrado en lavado de dinero para la organización de narcotraficantes conocida como el cártel del Golfo. Una fuente de la Procuraduría General de la República (PGR) dijo ayer a la Agence France Presse que las autoridades mexicanas no tienen ninguna investigación en marcha en ese sentido.

ABC News aseguró el miércoles que autoridades mexicanas detuvieron uno de los aviones privados de Stanford en el que encontraron algunos cheques “conectados con el cártel del Golfo”, según Reuters. La PGR respondió a Afp que no tenía información sobre ese avión.

Alcance continental

En Caracas, Venezuela, las autoridades intervinieron el jueves para frenar la sangría de depósitos en el pequeño banco local de Stanford. Mientras, el gobierno de Perú suspendió por 30 días la operación de la correduría del grupo, reportó Reuters.

El retiro de fondos en la sucursal y a través de la banca por Internet de la unidad de Stanford en Venezuela han colocado en situación sumamente precaria a este banco, obligando a la autoridad a intervenir, paso que es seguido de la venta inmediata de este banco, aseguró el ministro venezolano de finanzas Alí Rodríguez.

En Panamá, la autoridad reguladora tomó también el control del banco del grupo texano, y en Colombia la unidad local suspendió desde el miércoles las operaciones, informó Reuters.